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2 Corintios 11:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 ¿Son ministros de Cristo? (Hablo como quien ha perdido el juicio). Yo soy más: en trabajos más abundante, en cárceles con más frecuencia, en azotes sobre medida, en muertes muchas veces.

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Biblia Reina Valera 1960

23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Empiezo a hablar como un loco: yo lo soy más que ellos. Más por mis numerosas fatigas, más por el tiempo pasado en cárcel, mucho más por los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 ¿Son ministros del Mesías? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más: en trabajos, mucho más; en cárceles,° mucho más; en azotes, más severamente; en peligros de muerte, muchas veces.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 ¿Son servidores de Cristo? Lo diré como quien delira: ¡mucho más lo soy yo! Más en trabajos, más en cárceles, muchísimo más en palizas; y, frecuentemente, en peligros de muerte.

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2 Corintios 11:23
43 Tagairtí Cros  

Luego mandó Jeremías a Baruc, diciendo: Yo estoy encerrado; no puedo entrar en la Casa de Jehová;


¶Mas vinieron allí judíos desde Antioquía e Iconio; y habiendo persuadido a las multitudes, apedrearon a Pablo, y le sacaron de la ciudad, creyendo que estaba muerto.


salvo que el Espíritu Santo me testifica en cada ciudad, diciendo que prisiones y aflicciones me esperan.


Y viniendo éste a nosotros, cogió el ceñidor de Pablo, y atándose las manos y los pies, dijo: Así dice el Espíritu Santo: De esta manera atarán los judíos en Jerusalem al hombre, cuyo es este ceñidor, y le entregarán en mano de los gentiles.


Y cuando se hubieron detenido allí muchos días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciendo: Hay aquí un hombre, dejado en prisiones por Félix,


Y CUANDO se resolvió que hubiésemos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a ciertos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.


¶Y cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia pretoriana; pero a Pablo le fué permitido habitar por sí solo, con un soldado que le guardaba.


¶Y Pablo permaneció dos años enteros en su propia vivienda alquilada, y recibía a cuantos iban a verle;


porque yo le enseñaré cuantas cosas es menester que él sufra por causa de mi nombre.


(según está escrito:Por tú causa somos muertos todos los días;somos reputados como ovejas para el matadero.)


Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia que me fué dada, no fué en vano; antes bien he trabajado más abundantemente que todos ellos; mas no yo, sino la gracia de Dios que estaba conmigo.


¿Qué pues es Pablo, y qué Apolos, sino ministros por medio de quienes creísteis; y eso según el Señor le ha dado a cada cual?


ASÍ considérenos cada uno como ministros de Cristo y administradores de los misterios de Dios.


Hasta la hora presente, padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija,


Pues yo pienso que Dios nos ha puesto a nosotros, los apóstoles, en exhibición, los postreros de todos, como hombres condenados a muerte: porque hemos venido a ser espectáculo al universo, tanto a los ángeles como a los hombres.


¶Miráis las cosas según la apariencia exterior. Si alguno tiene confianza en sí mismo, que él es de Cristo, considere otra vez esto consigo mismo: que así como él es de Cristo, así también lo somos nosotros.


Toleradme pues a mí; porque considero que no soy en nada inferior a los más eminentes apóstoles.


el cual también nos ha hecho suficientes para ser ministros del nuevo pacto; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu da vida.


Porque nosotros, que vivimos, somos siempre entregados a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.


como desconocidos, y sin embargo bien conocidos; como moribundos, y he aquí que vivimos; como castigados, mas no muertos;


De aquí en adelante nadie me moleste; pues llevo impresas en mi cuerpo las marcas de Jesús.


POR esta causa, yo Pablo, preso como soy de Cristo Jesús, a causa de vosotros gentiles—


YO pues os ruego, preso como soy en el Señor, que andéis como es digno de la vocación con que habéis sido llamados,


a causa del cual soy un embajador en prisiones; para que en ello yo hable denodadamente, así como debo hablar.


de modo que mis prisiones están ya bien conocidas, en nombre de Cristo, por toda la guardia pretoriana, y a todos los otros del Pretorio:


Mas aunque fuere derramada mi sangre, como libación, sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me alegro y me regocijo con todos vosotros;


¶Ahora me regocijo en mis padecimientos por vuestra causa, y estoy cumpliendo de mi parte lo que falta aún de los padecimientos de Cristo, en mi carne, por causa de su cuerpo, que es la iglesia;


para lo cual también yo trabajo, esforzándome conforme a la operación de su fortaleza, la cual obra en mí con poder.


y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y nuestro colaborador en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y consolaros en cuanto a vuestra fe;


¶Si impusieres a los hermanos en estas cosas, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena enseñanza, que has seguido estrictamente.


Conceda el Señor misericordia a la casa de Onesíforo, porque muchas veces él me refrigeró, y no se avergonzó de mi cadena:


¶No te avergüences pues del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; sino antes sufre trabajos conmigo por  causa del evangelio, conforme al poder de Dios;


en el cual sufro trabajos, hasta verme como malhechor, entre prisiones; pero la palabra de Dios no está aprisionada.


mis persecuciones, mis padecimientos: sabes cuales cosas me sucedieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; qué persecuciones sufrí; y de todas ellas me libró el Señor.


sin embargo, a causa del amor que te tengo, prefiero rogarte, siendo tal como soy, Pablo anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús:—


Porque no solamente os compadecisteis de los que estaban entre prisiones, sino que aceptasteis gozosamente la rapiña de vuestras posesiones, conociendo que tenéis para vosotros mismos, en el cielo, una posesión más excelente y duradera.


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