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2 Corintios 1:20 - Biblia Version Moderna (1929)

20 Pues por muchas que sean las promesas de Dios, en él está el Sí de ellas; y en él el Amén, para gloria de Dios por medio de nosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 En él todas las promesas de Dios han llegado a ser un sí, y por eso precisamente decimos 'Amén' en su nombre cuando damos gracias a Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Porque todas las promesas de Dios en Él son sí; por eso también por medio de Él, decimos amén a Dios, para su gloria por medio de nosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Pues todas las promesas de Dios en Él se hicieron sí. Por eso, cuando damos gloria a Dios, decimos por medio de Él nuestro 'Amén'.

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2 Corintios 1:20
41 Tagairtí Cros  

y serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra; por cuanto has obedecido mi voz.


Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ésta te quebrará la cabeza, y tú le quebrarás el calcañar.


No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.


Porque Jehová habrá edificado a Sión; habrá aparecido en su gloria.


¡Será su nombre para siempre! ¡mientras dure el sol será propagado su nombre! y los hombres se bendecirán en él; ¡todas las naciones le llamarán bienaventurado!


de manera que quien se bendijere en la tierra, se bendiga en el Dios de verdad; y quien jurare en la tierra, jure por el Dios de verdad; porque habránse olvidado las aflicciones anteriores, y porque estarán encubiertas a mis ojos.


Por tanto el Señor mismo os dará una señal: He aquí una virgen que concibe y da a luz un hijo, y le da el nombre de EMMANUEL.


Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.  Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, para siempre.  Amén.


¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres de buena voluntad!


Porque la ley por medio de Moisés fué dada; mas la gracia y la verdad por medio de Jesucristo vinieron.


Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.


Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.


Porque de él, y por medio de él, y para él son todas las cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén.


Porque el salario del pecado es muerte; mas el don gratuito de Dios es vida eterna, en Cristo Jesús Señor nuestro.


De otra suerte, si tú bendices con el espíritu, el que ocupa el lugar del indocto, ¿cómo dirá el Amén al fin de tu acción de gracias? puesto que no entiende lo que tú dices.


Porque todo lo que sufrimos es por vuestra causa; para que la gracia concedida, siendo multiplicada por la participación de muchos, haga redundar acciones de gracias para gloria de Dios.


Porque Dios que dijo: Resplandezca la luz de en medio de las tinieblas, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo.


Empero la Escritura ha encerrado a todo el mundo bajo pecado, para que la promesa, que es por fe en Jesucristo, sea dada a los creyentes.


para loor de la gloria de su gracia, de que nos hizo merced en el amado Hijo suyo:


para que, en los siglos venideros, hiciese manifiesta la soberana riqueza de su gracia, en su bondad para con nosotros en Jesucristo.


a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA:


cuando él viniere, en aquel día, para ser glorificado en sus santos, y para hacerse admirar en todos los que hayan creído: porque nuestro testimonio, dado a vosotros, fué creído.


¶Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido aún las promesas; pero las vieron y las saludaron desde lejos, y confesaron que eran extranjeros y transeuntes sobre la tierra.


¶Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y para siempre jamás.


pero aquel cuya genealogía no es contada entre ellos, tomó diezmos de Abraham, y bendijo a aquel que tenía las promesas.


A quienes fué revelado que no para sí mismos, sino para nosotros, ministraban estas cosas, que ahora os han sido anunciadas, por medio de los que os han predicado el evangelio, acompañado del Espíritu Santo enviado del cielo: cosas en las que los ángeles, con mirada fija, desean penetrar.


Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.


¶Y al ángel de la iglesia que está en Laodicea, escribe: Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios:


diciendo: ¡Amén! ¡Bendición, y gloria, y sabiduría, y acciones de gracias, y honra, y poder y fortaleza a nuestro Dios para siempre jamás! ¡Amén l


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