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1 Tesalonicenses 5:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Cuando los hombres estén diciendo: ¡Paz y seguridad! entonces mismo vendrá sobre ellos repentina destrucción, como dolores de parto sobre la que está encinta; y no podrán escaparse.

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Biblia Reina Valera 1960

3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Cuando la gente esté diciendo: «Todo está tranquilo y seguro», entonces le caerá encima la catástrofe tan repentinamente como le vienen los dolores de parto a una mujer embarazada; y no habrá escapatoria posible.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Cuando digan: ¡Paz y seguridad!, entonces, como el dolor a la que está de parto,° vendrá sobre ellos destrucción repentina, y no escaparán de ningún modo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.

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1 Tesalonicenses 5:3
48 Tagairtí Cros  

Una voz de terrores resuena en sus oídos; en medio de la paz le sobreviene el asolador;


Dios les concede estar en seguridad; por eso están confiados: pero los ojos de él están sobre sus caminos.


¡Véngale el quebrantamiento cuando menos lo espere; y su red que escondió préndale a él; con quebranto caiga él mismo en ella!


Temblor los sobrecogió allí, dolor, como a mujer que da a luz.


¡A los tales arrebátelos la muerte! ¡desciendan vivos al abismo! porque hay maldades en sus moradas, y en su corazón.


¡Sea su mesa delante de ellos una red tendida, y lo que hubiera de ser para bienestar, séales un lazo!


AQUEL que, siendo muchas veces reprendido, endurece la cerviz, será de repente quebrantado, y eso sin remedio.


Y el habitante de esta costa dirá en aquel día: ¡He aquí, tal es nuestra confianza, adonde nos habíamos huído por auxilio, para ser librados del rey de Asiria! ¿y cómo escaparemos nosotros?


Empero la muchedumbre de tus enemigos será como el menudo polvo, y como el tamo volante, la multitud de los terribles: y esto sucederá en un momento, repentinamente.


por tanto esta iniquidad os será como rotura que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene de repente, en un momento.


Por tanto la calamidad vendrá sobre ti; tú no conocerás alba que le siga; y caerá sobre ti quebrantamiento que tú no podrás remediar; vendrá sobre ti ruina repentina, cuando menos lo esperas.


Mas estas dos cosas te sucederán de repente, en un mismo día: pérdida de hijos y viudez; en su medida cumplida ya vienen sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos, y de tus más poderosos encantamientos.


¡Venid (así dicen), yo traeré vino y nos saciaremos de licor embriagante! ¡y mañana será como el día de hoy, día grande, o mucho más abundante!


¿Qué dirás cuando él ponga sobre ti, por cabeza tuya, a los que tú mismo has enseñado a ser tus íntimos amigos? ¿No se apoderarán de ti dolores, como de mujer que da a luz?


¿Has rechazado del todo a Judá? ¿o tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿por qué pues nos has herido de modo que no hay para nosotros cura? ¡Esperábamos la paz, pero no vino ningún bien; tiempo de sanidad, mas he aquí desmayo!


¡Oh habitadora del Líbano, que haces tu nido entre los cedros, cuán lastimosa serás cuando te acometan angustias, dolores, como a mujer que da a luz!


Porque he oído una voz como de mujer que está de parto; congojas como de la que da a luz su hijo primogénito: es la voz de la hija de Sión, que está agonizando; que extiende sus manos, diciendo: ¡Ay de mí; porque desmaya mi alma a causa de los homicidas!


Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.


¡Hemos oído la fama de ellos, y se debilitan nuestras manos! la angustia se apodera de nosotros, y dolores como de la que da a luz.


Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.


Por cuanto, sí, por cuanto habéis hecho errar a mi pueblo, diciendo: ¡Paz! cuando no hay paz; de manera que el pueblo edifica la pared, y he aquí que los profetas la revocan con tiza;


Dolores, como de la que da a luz, vendrán sobre él; es un hijo no sabio; porque ya ha tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.


Pues mientras están como espinos entretejidos, como los que están empapados en su bebida, serán devorados, como hojarasca completamente seca.


¡Serpientes, raza de víboras! ¿cómo evitaréis la condenación del infierno?


La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora: mas cuando ha dado a luz la criatura, ya no se acuerda más de la angustia, por el gozo de que un ser humano haya nacido en el mundo.


Mirad, despreciadores, y maravillaos y pereced, porque hago una obra en vuestros días, obra que de ninguna manera creeréis, aun cuando alguno os la declare.


y suceda que al oír las palabras de este juramento de maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Yo tendré paz aunque ande en la dureza de mi corazón; a fin de que con la saciedad quite la sed.


los cuales sufrirán el castigo de eterna perdición, procedente de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,


a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en el cielo, y  Dios el juez de todos, y a los espíritus de los justos, hechos ya perfectos,


¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? la cual, habiendo sido anunciada al principio por el Señor, nos ha sido confirmada por los que le oyeron a él;


Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que precipitándolos al infierno, los encerró en abismos de tinieblas, siendo guardados así para el juicio;


Subió pues Gedeón por la vía de los que habitan en tiendas, al oriente de Noba y Jogbea, e hirió al campamento; porque el campamento estaba sin recelo.


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