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1 Reyes 8:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 dijo: Jehová, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo, ni abajo sobre la tierra, que guardas el pacto y la misericordia para con tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;

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Biblia Reina Valera 1960

23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 y oró: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 y dijo: '¡Yavé, Dios de Israel! Ningún dios arriba en los cielos, abajo en la tierra es semejante a ti, porque tú respetas tu Alianza y tu fidelidad para con tus servidores cuando caminan delante de ti con todo su corazón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 dijo: ¡Oh YHVH, Dios de Israel! No hay ’Elohim como Tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra. Tú guardas el pacto y la misericordia para con tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 exclamó: '¡Yahveh, Dios de Israel! No hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú, que guardas la alianza y la benignidad para con aquellos siervos tuyos que de todo corazón andan en tu presencia;

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1 Reyes 8:23
27 Tagairtí Cros  

PERO siendo Abram de edad de noventa y nueve años, Jehová apareció a Abram, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.


y erigió allí un altar, y llamólo El-Elohé-Israel.


Por tanto, tú eres grande, oh Jehová Dios; porque ninguno hay semejante a ti, ni hay Dios alguno fuera de ti; conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.


y para que Jehová confirme la palabra que ha hablado acerca de mí, diciendo: Si tus hijos pusieren cuidado en su camino, para andar fielmente delante de mí, con todo su corazón y con toda su alma, juro, diciendo: ¡Nunca te faltará hombre que se siente sobre el trono de Israel!


A lo que respondió Salomón: Tú has hecho para con tu siervo David, mi padre, gran merced, así como él anduvo delante de tu rostro con fidelidad y en justicia, y en rectitud de corazón para contigo; y le has guardado esta gran merced de darle un hijo que se siente sobre su trono, como parece hoy.


En cuanto a esta Casa que estás edificando, si tú anduvieres en mis estatutos, y cumplieres mis leyes, y obedecieres todos mis mandamientos, andando en ellos, entonces yo cumpliré contigo mi promesa que hablé a David tu padre;


que has guardado para con tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste; porque con tu boca se lo prometiste, y con tu mano lo has cumplido, como hoy se ve.


¡Oh, Jehová! ¡acuérdate, te lo suplico, de cómo he andado delante de tu rostro fielmente, y con corazón sincero, y he hecho lo que es bueno ante tu vista! Y lloró Ezequías con llanto grande.


Quienquiera que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea su Dios con él, para que suba a Jerusalem, que está en Judá, y edifique la Casa de Jehová, el Dios de Israel; el cual es el Dios que está en Jerusalem.


¶Y dije: ¡Ruégote, oh Jehová, Dios del cielo, el grande y terrible Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y observan sus mandamientos;


¶Ahora pues, oh Dios nuestro, el Dios grande, fuerte y temible, guardador del pacto y de la misericordia prometida, no te parezca poca cosa toda la aflicción que nos ha sobrevenido; es decir, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, y a nuestros profetas, y a nuestros padres, y a todo nuestro pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.


¿Quién es semejante a Jehová nuestro Dios, que se sienta entronizado en las alturas?


Todos mis huesos dirán: ¡Jehová! ¿quién hay como tú, que libras al afligido de aquel que es más fuerte que él, y al afligido y menesteroso del que le despoja?


Entre los dioses ninguno hay como tú, oh Señor, ni hay obras como tus obras.


¿Quién como tú entre los dioses, oh Jehová? ¿quién como tú, glorioso en santidad, pavoroso en alabanzas, hacedor de maravillas?


Y volvió Dios a decir a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: JEHOVÁ, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y este es mi memorial de siglo en siglo.


¿A quién pues semejaréis a Dios, o qué comparación instituiréis para con él?


¿A quién pues me compararéis, para que yo sea como él? dice el Santo.


La porción de Jacob no es parecida a ellas; porque él es el Hacedor de todas las cosas, e Israel es la tribu de su herencia; Jehová de los Ejércitos es su nombre.


¡Ninguno hay como tú, oh Jehová! ¡grande eres, y tu nombre es grande en poder!


Oré pues a Jehová mi Dios, e hice confesión, diciendo: ¶¡Ah! Yo te ruego, ¡oh Señor, Dios grande y temible, guardador del.pacto y de la misericordia prometida, para con los que te aman y guardan tus mandamientos!


para dar efecto a la misericordia prometida a nuestros padres, teniendo en memoria su santo pacto;


¶Y será que a causa de haber escuchado estas leyes, y de haberlas guardado y cumplido, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.


Sabe pues, oh Israel, que Jehová tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;


No hay santo como Jehová; porque no hay Dios fuera de ti, ni hay Roca como nuestro Dios.


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