Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





1 Reyes 21:19 - Biblia Version Moderna (1929)

19 y le hablarás, diciendo: Así dice Jehová: ¿Has matado, y también has tomado posesión? Luego le hablarás, diciendo: Así dice Jehová: ¡En el mismo sitio donde lamieron los perros la sangre de Nabot, perros lamerán tu sangre, la tuya misma!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

19 Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Dale el siguiente mensaje: “Esto dice el Señor: ‘¿No te bastó con matar a Nabot? ¿También tienes que robarle? Por lo que has hecho, ¡los perros lamerán tu sangre en el mismo lugar donde lamieron la sangre de Nabot!’”».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Le dirás esta palabra de Yavé: '¡Así que matas y luego te apoderas de la herencia! Escucha pues esto: allí donde los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también tu propia sangre'.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y le hablarás diciendo: Así dice YHVH: ¿Has asesinado, y también tomas posesión? Y le hablarás diciendo: Así dice YHVH: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros también lamerán tu sangre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Y le has de hablar de esta manera: 'Así dice Yahveh: además de haberlo matado, ¿te apropiarás lo suyo?'. Y añadirás: 'Así habla Yahveh: en el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también la tuya''.

Féach an chaibidil Cóip




1 Reyes 21:19
23 Tagairtí Cros  

Y él dijo: ¿Quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieses?


Así dice Jehová: He aquí que yo levantaré el mal contra ti de en medio de tu misma familia: y tomaré tus mujeres ante tu misma vista, y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus mujeres a vista de este sol.


¿Por qué pues has despreciado el mandamiento de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos? ¡A Urías heteo has muerto a cuchillo, y a su mujer has tomado por mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Ammón!


Y lavaron el carro junto al estanque de Samaria; y lamieron los perros su sangre, (también las rameras se bañaban allí); conforme a la palabra que Jehová había hablado.


Sabed pues que no caerá a tierra nada de la palabra de Jehová, que él habló contra la casa de Acab; pues que Jehová ha hecho lo que habló por conducto de su siervo Elías.


Aconteció pues que así como les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey, y los degollaron, en número de setenta personas, y pusieron sus cabezas en canastos, y las enviaron a Jezreel.


Entretanto Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos de la ciudad estaban sentados con él; y envió el rey un hombre a este efecto. Mas antes que llegara el enviado a donde él estaba, dijo Eliseo a los ancianos: ¡Ved cómo ha enviado aquel hijo de homicida a quitarme la cabeza! Mirad que cuando llegue el enviado, le cerréis la puerta, y le rechacéis con la puerta misma; ¿acaso no se oye en pos de él el sonido de los pies de su señor?


Colgaron pues a Hamán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo: entonces se apaciguó la ira del rey.


si he comido sus frutos sin dinero, o a los dueños de ella los he hecho perder la vida;


para que tú los quebrantes, teñido tu pie en la sangre de tus enemigos, y saciada de ella la lengua de tus perros.


¡Ten misericordia de mí, oh Jehová! ¡Mira mi aflicción que sufro de los que me aborrecen, tú que me ensalzas de las puertas de la muerte,


Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus mismas manos fué enredado el inicuo. (Meditación. Pausa.)


Y el profeta Jeremías habló a Sedequías rey de Judá todas estas palabras en Jerusalem,


Y el príncipe no quitará de la herencia del pueblo, despojándolos de su posesión; antes de su propia posesión hará heredar a sus hijos; a fin de que ninguno de mi pueblo sea echado de su posesión.


¡Ay de aquel que edifica una ciudad con derramada sangre humana, y acimienta una villa con iniquidad!


¡Ay de aquel que adquiere mala ganancia para su casa, a fin de poner en alto su nido, y librarse así de las garras del mal!


Porque con el juicio que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida que medís, se os medirá.


Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, que tenían cortados los dedos pulgares de las manos y de los pies, han recogido las migajas debajo de mi mesa: según yo he hecho asimismo me ha recompensado Dios. Y le llevaron a Jerusalem, donde murió.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí