1 Reyes 21:13 - Biblia Version Moderna (1929)13 luego entraron dos hombres, hijos de Belial, los cuales se sentaron enfrente de él; y testificaron aquellos hombres de Belial contra Nabot, delante del pueblo, diciendo: ¡Nabot ha renegado de Dios y del rey! y sacándole fuera de la ciudad, le apedrearon de modo que murió. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196013 Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y murió. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente13 Luego llegaron los dos sinvergüenzas y se sentaron frente a él. Entonces acusaron a Nabot ante todos los presentes diciendo: «Este hombre maldijo a Dios y al rey». Entonces arrastraron a Nabot hasta sacarlo de la ciudad y lo mataron a pedradas. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)13 Entonces se presentaron dos malvados, se pusieron frente a Nabot para testimoniar contra él, y ante todo el pueblo dijeron: '¡Nabot maldijo a Dios y al rey!' Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Y Nabot murió. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion13 y los dos hombres, hijos de Belial, entraron y se sentaron ante él, y estos hijos de Belial testificaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: ¡Nabot maldijo a ’Elohim y al rey! Y ellos lo sacaron fuera de la ciudad y lo lapidaron con piedras, hasta que murió. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197513 Llegaron luego los dos hombres perversos, se sentaron frente a él y testificaron así contra Nabot delante del pueblo: 'Nabot ha maldecido a Dios y al rey'. Entonces lo sacaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió. Féach an chaibidil |
Entretanto Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos de la ciudad estaban sentados con él; y envió el rey un hombre a este efecto. Mas antes que llegara el enviado a donde él estaba, dijo Eliseo a los ancianos: ¡Ved cómo ha enviado aquel hijo de homicida a quitarme la cabeza! Mirad que cuando llegue el enviado, le cerréis la puerta, y le rechacéis con la puerta misma; ¿acaso no se oye en pos de él el sonido de los pies de su señor?
Y sucedía que mientras pasaban en turno los días del convite, Job enviaba por ellos, y los santificaba; y por las mañanas madrugando, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos; porque decía Job: Quizá hayan pecado mis hijos, y renegado de Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.
Y yo me acercaré a vosotros para juicio; y seré veloz testigo contra los hechiceros, y contra los adúlteros, y contra los que juran en falso, y contra los que defraudan al jornalero de su salario, y oprimen a la viuda y al huérfano, y apartan al extranjero de su derecho; y no me temen a mí, dice Jehová de los Ejércitos.