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1 Reyes 21:10 - Biblia Version Moderna (1929)

10 y haced que se sienten dos hombres, hijos de Belial, enfrente de él, y testifiquen ellos contra él, diciendo: ¡Tú has renegado de Dios y del rey! Luego sacadle, y apedreadle, para que muera.

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Biblia Reina Valera 1960

10 y poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego, sienten a dos sinvergüenzas frente a él que lo acusen de maldecir a Dios y al rey. Después sáquenlo y mátenlo a pedradas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Consíganse a dos malvados para que le lancen esta acusación: ¡Tú maldeciste a Dios y al rey! Entonces lo sacarán fuera y lo matarán a pedradas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 y que dos hombres, hijos de Belial, se sienten frente a él y testifiquen contra él diciendo: ¡Has maldecido a ’Elohim y al rey! Y haréis que lo saquen fuera y lo apedreen hasta que muera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y poned frente a él a dos hombres perversos, que testimonien contra él, diciendo: 'Tú has maldecido a Dios y al rey'. Sacadlo luego fuera, y que muera lapidado'.

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1 Reyes 21:10
18 Tagairtí Cros  

Y POR casualidad se encontraba allí un hombre de Belial, que se llamaba Seba, hijo de Bicri, benjamita; el cual tocó trompeta, y dijo: ¡No tenemos parte en David, ni hay herencia para nosotros en el hijo de Isaí! ¡Cada hombre a su estancia, oh Israel!


Y los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que habitaban en su ciudad, hicieron según lo que Jezabel les había enviado a decir, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había remitido:


Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad un ayuno, y poned a Nabot entre los principales del pueblo;


Entretanto Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos de la ciudad estaban sentados con él; y envió el rey un hombre a este efecto. Mas antes que llegara el enviado a donde él estaba, dijo Eliseo a los ancianos: ¡Ved cómo ha enviado aquel hijo de homicida a quitarme la cabeza! Mirad que cuando llegue el enviado, le cerréis la puerta, y le rechacéis con la puerta misma; ¿acaso no se oye en pos de él el sonido de los pies de su señor?


Y sucedía que mientras pasaban en turno los días del convite, Job enviaba por ellos, y los santificaba; y por las mañanas madrugando, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos; porque decía Job: Quizá hayan pecado mis hijos, y renegado de Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.


¶No injuriarás a Dios, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.


el testigo mentiroso que respira embustes, y aquel que siembra discordias entre hermanos.


Por tanto la rectitud se ha vuelto hacia atrás, y la justicia se mantiene a lo lejos; por cuanto la verdad está caída en la calle, y la rectitud no puede entrar.


Saca al maldiciente fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y apedréele toda la Congregación.


Los judíos le respondieron: Por obra buena no te apedreamos, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.


Entonces sobornaron a unos hombres, que decían: ¡Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios!


y presentaron testigos falsos, que decían: ¡Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra éste santo lugar, y contra la ley;


que han salido hombres, hijos de Belial, de en medio de ti, y han descarriado a los habitantes de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a otros dioses (que nunca conociste),


¶No basta que un solo testigo se levante contra ninguno para hacerle condenar, por cualquier delito, o por cualquier pecado, en cualquiera clase de pecados que cometiere: por el testimonio de dos testigos, o por el testimonio de tres testigos, ha de constar el asunto.


¶Ellos iban ya alegrando sus corazones, cuando, he aquí, unos hombres de la ciudad, hijos de Belial, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: ¡Saca fuera al hombre que vino a tu casa, y le conoceremos!


¶Y los hijos de Elí eran hijos de Belial; no conocían a Jehová.


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