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1 Reyes 20:22 - Biblia Version Moderna (1929)

22 ¶De nuevo se llegó el profeta al rey de Israel, y le dijo: Anda, fortalécete;  y considera y ve lo que has de hacer; porque a la vuelta del año el rey de Siria va a subir contra ti.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que hagas; porque pasado un año, el rey de Siria vendrá contra ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Después el profeta le dijo al rey Acab: «Prepárate para otro ataque; empieza a planificar desde ahora, porque el rey de Aram regresará la próxima primavera».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Entonces se acercó al rey de Israel el profeta, quien le dijo: 'Refuérzate y mejora tus defensas, porque a comienzos del próximo año el rey de Aram vendrá de nuevo a atacarte'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y el profeta se acercó al rey de Israel, y le dijo: Ve, cobra ánimo; considera y mira lo que has de hacer, porque el rey de Siria volverá a la vuelta del año, probablemente en la primavera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Presentóse entonces el profeta al rey de Israel y le dijo: 'Ve y haz acopio de fuerzas, considerando bien lo que has de hacer, porque a la vuelta de un año subirá contra ti el rey de Aram'.

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1 Reyes 20:22
20 Tagairtí Cros  

Y ACONTECIÓ en la primavera del año, al tiempo que los reyes suelen salir a la guerra, que David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, los cuales devastaron el país de los hijos de Ammón, y sitiaron a Rabbá; mas David se quedó en Jerusalem.


Y él respondió: Muy celoso he sido por causa de Jehová, el Dios de los Ejércitos; porque los hijos de Israel han desechado tu pacto, y han derribado tus altares, y han muerto a cuchillo a tus profetas; ¡y he quedado yo, yo solo; y buscan mi vida para quitármela!


En esto, he aquí un profeta que se llegó a Acab, rey de Israel, y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto tú aquella inmensa multitud? Pues he aquí que yo voy a darla en tu mano, hoy mismo; y sabrás que yo soy Jehová.


Y salió el rey de Israel, e hirió a los caballos y los carros, haciendo en los Siros grande estrago.


Y aconteció, a la vuelta del año, que Ben-hadad pasó revista a los Siros, y subió a Afec para pelear contra Israel.


Se fué pues el profeta, y se puso junto al camino, a esperar al rey, disfrazado con una venda sobre los ojos.


Y respondió el rey de Israel a Josafat: Todavía hay un hombre por medio de quien pudiéramos consultar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca profetiza acerca de mí cosa buena, sino siempre mala; es a saber, Micaya hijo de Imla. A lo cual respondió Josafat: No hable el rey  así.


Dijo entonces uno de sus siervos: Ninguno, oh rey, señor mío; sino que Eliseo, el profeta que hay en Israel, declara al rey de Israel las palabras que tú dices en tu cámara de dormir.


Y ACONTECIÓ que en la primavera del año, cuando suelen salir los reyes a campaña, sacó Joab la fuerza del ejército, y asoló el país de los hijos de Ammón; y llegándose, puso sitio a Rabbá; mas David se quedó en Jerusalem. Joab pues hirió a Rabbá y destruyóla.


¶En seguida Amasías alentóse, y poniéndose al frente de su gente, fue al Valle de la Sal, e hirió de los hijos de Seir diez mil hombres.


Que si no, vé y hazte fuerte para la guerra; mas Dios te hará caer delante del enemigo; porque Dios tiene poder para ayudar o para derribar.


¡Espera a Jehová! ¡anímate, y sea esforzado tu corazón; y espera a Jehová!


Torre de fortaleza es el nombre de Jehová; a ella corre el justo, y está en salvo.


Cada designio se hace estable por medio de buen consejo; con la sabia dirección, pues, haz la guerra.


Jehová, tu mano está alzada, mas ellos no ven: verán empero con vergüenza tu celo por tu pueblo; y el fuego devorará a tus contrarios.


Yo soy Jehová; éste es mi nombre, mi gloria no la daré a otro, ni mi alabanza a las esculturas.


¡Alborotaos, oh pueblos, y seréis quebrantados! ¡escuchad también, todas las tierras lejanas! ¡Ceñíos, y seréis quebrantados; ceñíos, y seréis quebrantados!


¶Por lo demás, hermanos, esforzaos en el Señor y en el poder de su fortaleza.


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