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1 Reyes 18:44 - Biblia Version Moderna (1929)

44 Y aconteció que a la séptima vez, dijo: He aquí una nubecilla pequeña, como la palma de la mano de un hombre, que va subiendo de la mar. Entonces él le dijo: Sube presto, di a Acab: Unce tu carro, y desciende; para que no te ataje la lluvia.

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Biblia Reina Valera 1960

44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

44 Finalmente, la séptima vez, su sirviente le dijo: —Vi una pequeña nube, como del tamaño de la mano de un hombre, que sale del mar. Entonces Elías le gritó: —Corre y dile a Acab: “Sube a tu carro y regresa a tu casa. ¡Si no te apuras, la lluvia te detendrá!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

44 Cuando volvió la séptima vez, subía desde el mar una nubecita no más grande que la palma de la mano. Elías le dijo entonces: 'Anda a decir a Ajab que enganche su carro y baje, porque si no lo, va a pillar la lluvia'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

44 Y aconteció que a la séptima vez, dijo: He aquí, sube una nube del mar, tan pequeña como la mano de un hombre. Y él dijo: Ve y di a Acab: Unce tu carro° y baja, para que la lluvia no te detenga.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Y a la séptima vez exclamó: 'Por el mar se levanta una nubecilla como la palma de la mano de un hombre'. Entonces dijo él: 'Sube a decir a Ajab: 'Engancha el carro y baja, no sea que luego te lo impida la lluvia''.

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1 Reyes 18:44
7 Tagairtí Cros  

Y dijo a su criado: Ruégote que subas y mires hacia el mar. En efecto, él subió, y miró; y dijo: No hay nada. Y le dijo: Vuelve hasta siete veces.


de modo que habrá sido pequeño tu principio comparado con tu postrer estado, que será muy grande.


¡Ata el carro al veloz corcel, oh habitadora de Laquís! (principio de pecado fué ella para la casa de Sión;) porque en ti son halladas las transgresiones de Israel.


Porque ¿quién es aquel que desprecia el día de las cosas pequeñas? Pues los tales se regocijarán, viendo la plomada en la mano de Zorobabel, con aquellos siete que son los ojos de Jehová que recorren toda la tierra.


¶Decía también a las gentes: Cuando veis una nube que se eleva desde el poniente, decís luego: Viene una tempestad; y así sucede.


¶Y aquellos hombres lo hicieron así; pues tomaron dos vacas recién paridas, y las uncieron al carro, y encerraron sus ternerillos en casa;


Ahora pues, haced un carro nuevo, y tomando dos vacas recién paridas, sobre las cuales nunca se haya puesto yugo, uncid las vacas al carro, y haced volver sus ternerillos de en pos de ellas a casa.


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