Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





1 Reyes 18:40 - Biblia Version Moderna (1929)

40 Y díjoles Elías: Prended a los profetas de Baal; no se escape ni uno de ellos. Y ellos los prendieron: y bajándolos Elías al torrente de Cisón, los degolló allí.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Entonces Elías ordenó: «Atrapen a todos los profetas de Baal. ¡No dejen que escape ninguno!». Entonces los agarraron a todos, y Elías los llevó al valle de Cisón y allí los mató.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Entonces Elías les dijo: '¡Detengan a los profetas de Baal, que no escape ninguno!' Los apresaron; Elías mandó que los bajaran al torrente Cisón y allí los degolló.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

40 Y Elías les dijo: ¡Prended a los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Y los prendieron, y Elías bajó con ellos al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Ordenó entonces Elías: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló.

Féach an chaibidil Cóip




1 Reyes 18:40
17 Tagairtí Cros  

¶Entonces dijo Elías a Acab: ¡Sube, come y bebe; porque hay sonido de abundancia de lluvia!


Y ACAB refirió a Jezabel todo cuanto había hecho Elías, y todos los pormenores de cómo había pasado a cuchillo a todos los profetas de Baal.


En seguida entró todo el pueblo del país en la casa de Baal, y la derribaron; sus altares también y sus imágenes los hicieron menudos trozos; y a Mattán, sacerdote de Baal, le mataron delante de los altares. Y el sacerdote nombró superintendentes sobre la Casa de Jehová.


Por lo cual le dieron espacio, y ella misma salió a la entrada de la puerta de los caballos, que conduce a la casa del rey; y allí le dieron muerte.


En seguida entró todo el pueblo en la casa de Baal, y la derribaron; e hicieron pedazos sus altares y sus imágenes; y a Matán sacerdote de Baal, le mataron delante de los altares.


¶Aquel que ofreciere sacrificio a dios alguno, excepto tan solo a Jehová, será enteramente destruído.


¡Maldito aquel que hace la obra de Jehová negligentemente, y maldito aquel que retrae su espada de derramar sangre!


El tal profeta pues, o el tal soñador de sueños, será muerto, por cuanto ha aconsejado apostasía contra Jehová vuestro Dios, que os sacó de Egipto y que os redimió de la casa de servidumbre, para desviarte del camino en que Jehová tu Dios ha mandado que anduvieses; así extirparás el mal de en medio de ti.


¶Si te incitare en secreto tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer de tu seno, o tu amigo que es para ti como tu misma alma, diciendo: Vamos y sirvamos a otros dioses (que no conociste, ni tú ni tus padres),


Pero el profeta que tuviere la presunción de hablar en mi nombre palabra que yo no le haya mandado decir, o que hablare en nombre de otros dioses, el tal profeta morirá.


Y fué tomada la bestia, y con ella el falso profeta que había hecho prodigios en su presencia, con los cuales él había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y los que adoraban su imagen. Éstos dos fueron echados vivos en el lago de fuego que arde con azufre.


Y el diablo que los había extraviado fué arrojado en el lago de fuego y azufre, endonde están también la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


Por lo cual Sísara juntó todos sus carros, novecientos carros de hierro, con toda la gente que tenía, desde Haroset de las Naciones al torrente de Cisón.


Yo también atraeré hacia ti, al torrente de Cisón, a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros y con su multitud, y le entregaré en tu mano.


¡El torrente de Cisón se los llevó, ese torrente antiguo, el torrente de Cisón! ¡Huella, oh alma mía, a los poderosos!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí