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1 Reyes 12:16 - Biblia Version Moderna (1929)

16 Entonces como viese todo el pueblo que no les escuchaba el rey, el pueblo dió respuesta al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros en David? ¡y ninguna herencia tenemos ya en el hijo de Isaí! ¡A tus tiendas, oh Israel! ¡Ahora pues, David, mira por tu casa! E Israel se fué a sus tiendas.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Cuando todos los israelitas se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, respondieron: «¡Abajo la dinastía de David! No nos interesa para nada el hijo de Isaí. ¡Regresa a tu casa, Israel! Y tú, David, ¡cuida de tu propia casa!». Entonces el pueblo de Israel regresó a casa;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Cuando todo Israel vio que el rey no les hacía caso, el pueblo replicó al rey: '¿Qué tenemos que ver con David? No tenemos nada que heredar del hijo de Jesé. ¡Vamos Israel! ¡A tus tiendas! ¡Que David se las arregle con los suyos!' Y todo Israel regresó a sus hogares. ('

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y cuando todo Israel vio que el rey no los había escuchado, el pueblo le respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos en David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Isaí! ¡Israel, a tus dioses!° ¡Mira ahora, David, por tu propia casa! E Israel se retiró a sus tiendas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas.

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1 Reyes 12:16
32 Tagairtí Cros  

¶Entonces vino a David un mensajero que le dijo: ¡El corazón de los hombres de Israel se va en pos de Absalom!


Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí que mi mismo hijo, que salió de mis entrañas, va buscando mi vida; ¿pues qué mucho que lo haga así ahora este benjamita? Déjale que siga maldiciendo; porque se lo ha dicho Jehová.


Y POR casualidad se encontraba allí un hombre de Belial, que se llamaba Seba, hijo de Bicri, benjamita; el cual tocó trompeta, y dijo: ¡No tenemos parte en David, ni hay herencia para nosotros en el hijo de Isaí! ¡Cada hombre a su estancia, oh Israel!


Por tanto Jehová dijo a Salomón: Por cuanto esto ha sido hecho por ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te había ordenado, sin falta rasgaré el reino, quitándotelo a ti, y lo daré a un siervo tuyo;


Esto empero, no le arrebataré el reino todo; una tribu le voy a dar a tu hijo, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalem que yo he escogido.


Mas no quitaré nada del reino de su misma mano, porque le he constituído príncipe todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, a quien escogí, porque guardó mis mandamientos y mis estatutos;


sino que quitaré el reino de mano de su hijo, y te lo daré a ti, es a saber; diez tribus;


mas a su hijo le daré una tribu, para que mi siervo David tenga una lámpara todos los días delante de mí en Jerusalem, la ciudad que he escogido para poner allí mi Nombre.


Yo pues afligiré la simiente de David por esta causa, pero no para siempre.


Él entonces contestó: Yo ví a todo Israel disperso por las montañas, como ovejas que no tienen pastor; y dijo Jehová: Éstos no tienen señor; vuelvan ellos cada cual a su casa en paz.


Y al ponerse el sol, pasó pregón por entre el ejército, diciendo: ¡Cada cual a su ciudad, y cada cual a su tierra!


Y cuando vió todo Israel que el rey no les escuchaba, el pueblo dió respuesta al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros en David? ¡y ninguna herencia tenemos en el hijo de Isaí! ¡Cada uno a vuestras estancias, oh Israel! ¡Ahora pues, David, mira por tu casa! En efecto todo Israel se fué a sus estancias.


Allí haré crecer el poderío de David; yo he aparejado una lámpara para mi ungido.


Ciertamente la ira del hombre te alabará; y el residuo de las iras reprimirás.


LA respuesta suave aparta el enojo; mas la palabra áspera atiza la ira.


Esto empero, traerá Jehová sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca han venido desde el día que Efraim se apartó de Judá; Jehová traerá sobre ti al rey de Asiria.


Y cuando fué dado aviso a la casa de David, diciendo: la Siria se ha confederado con Efraim, conmovióse su corazón, y el corazón de su pueblo, como se agitan los árboles del bosque delante del viento.


entonces también será anulado mi pacto con David, mi siervo, de modo que no tenga hijo que reine sobre su trono; y con los levitas sacerdotes, ministros míos.


Y tú, hijo del hombre, toma para ti un palo, y escribe sobre él: Para Judá, y para los hijos de Israel, compañeros suyos. Luego toma otro palo, y escribe sobre él: Para José, el palo de Efraim, y para toda la casa de Israel, compañeros suyos:


Y si un reino se divide contra sí mismo, no puede permanecer aquel reino.


Sus conciudadanos empero le odiaban: y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.


Empero en cuanto a aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y degolladlos delante de mí.


Dícele Pedro: ¡Nunca jamás tú me lavarás a mí los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.


ni tampoco usaron de agradecimiento para con la casa de Jerobaal, es decir, de Gedeón, conforme a todos los beneficios que él había hecho a Israel.


Y dijo Gaal hijo de Ebed: ¿Quién es Abimelec, y quiénes los siquemitas, para que nosotros le obedezcamos a él? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul su comisionado? Servid antes a hombres descendientes de Hamor, el padre de Siquem: ¿por qué pues le hemos de servir nosotros a él?


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