1 Corintios 7:33 - Biblia Version Moderna (1929)

³³ mas el que es casado, se afana por las cosas del mundo, pensando en cómo agradar a su mujer.

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Biblia Reina Valera 1960

³³ pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ pero el casado tiene que pensar en sus responsabilidades terrenales y en cómo agradar a su esposa;

Biblia Católica (Latinoamericana)

³³ No así el que se ha casado, pues se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su esposa, y está dividido.

La Biblia Textual 3a Edicion

³³ Pero el casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y ha sido dividido.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³³ En cambio, el casado se cuida de las cosas del mundo: de cómo agradar a su mujer;

1 Corintios 7:33 Tagairtí Cros

Lucas 12:22

¶Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, sobre lo que habéis de comer; ni por vuestro cuerpo, sobre lo que habéis de vestir.

Lucas 14:20

Y otro dijo: Acabo de casarme, y por eso no puedo ir.

Juan 10:13

Se huye porque es asalariado, y no se cuida de las ovejas.

1 Corintios 7:3

Pague el marido a su mujer el débito conyugal, y asimismo la mujer a su marido.

1 Corintios 7:32

Mas yo quisiera que estuvieseis sin inquietudes. El que no es casado, se afana por las cosas del Señor, pensando en cómo agradar al Señor;

1 Corintios 7:34

Y hay diferencia también entre la mujer y la virgen. La que no es casada se afana por las cosas del Señor, para que pueda ser santa, tanto en cuerpo como en espíritu: mas la que es casada, se afana por las cosas del mundo, pensando en cómo agradar a su marido.

Colosenses 3:19

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no las tratéis con aspereza.

1 Timoteo 5:8

Empero si alguno no provee a la necesidad de los suyos, y especialmente de los de su propia casa, ha renegado de la fe, y es peor que el incrédulo.

1 Pedro 3:7

¶De la misma manera, vosotros maridos, habitad con ellas según inteligencia, como que es la mujer el vaso más débil; dándoles honra, como que sois también coherederos de la gracia de vida eterna; para que vuestras oraciones no sean estorbadas.