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Salmos 90:2 - Biblia Martin Nieto

2 Antes que surgieran las montañas, antes que la tierra y el mundo se engendraran, desde siempre y por siempre tú eres Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Antes que nacieran las montañas y aparecieran la tierra y el mundo, tú ya eras Dios y lo eres para siempre,

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Antes que los montes fueran engendrados, Y dieras a luz la tierra y el mundo, Desde la eternidad y hasta la eternidad, Tú° eres ’El.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Antes de que nacieran las montañas y la tierra y el orbe se formaran, de una a otra eternidad eres tú Dios.

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Salmos 90:2
23 Tagairtí Cros  

Al principio Dios creó el cielo y la tierra.


¿Naciste tú el primero de los hombres? ¿Viste la luz antes que las colinas?


Sí; tan grande es Dios que no le comprendemos, incontable es la suma de sus años.


Mas tú, Señor, reinas por siempre, tu memoria permanece por todas las edades.


Pero el amor del Señor a sus fieles es eterno, y su justicia para todas sus generaciones,


que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que contienen; que guarda lealtad eternamente;


porque él lo dijo, y todo fue hecho; él lo ordenó, y todo existió.


desde el principio tu trono está bien firme, desde siempre existes tú.


Él respondió: 'Mañana'. Y Moisés añadió: 'Así se hará, para que sepas que no hay otro como el Señor, nuestro Dios.


Esto dice el Señor, rey de Israel, su redentor, el Señor omnipotente. Yo soy el primero y el último, no hay otro dios fuera de mí.


Volveos a mí y os salvaréis, confines todos de la tierra, porque yo soy Dios y nadie más.


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


Yo seguía observando: se instalaron unos tronos, y un anciano se sentó. Sus vestiduras eran blancas como la nieve; como lana pura el cabello de su cabeza; su trono era de llamas, con ruedas de fuego ardiente.


Por eso el Señor los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.


¿No eres tú el Señor desde el principio, mi Dios, mi santo? Tú eres inmortal. Señor, tú los has puesto para ejercer el derecho, los has establecido para hacer justicia.


Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será por siempre.


Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso.


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