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Salmos 9:6 - Biblia Martin Nieto

6 Has vencido a las gentes, destruido al malvado, has borrado su nombre para siempre;

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Biblia Reina Valera 1960

6 Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 El enemigo está acabado; quedó en ruinas eternas. Las ciudades que arrancaste de raíz ya pasaron al olvido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Los enemigos fueron aniquilados, arruinados sin remedio; sus ciudades fueron devastadas, perdido su recuerdo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 El enemigo ha sucumbido en desolación eterna, Destruiste sus ciudades, Y con ellas ha perecido su recuerdo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Guímel. Tú repruebas a los pueblos, extirpas al impío y borras sus nombres para siempre:

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Salmos 9:6
27 Tagairtí Cros  

¿No estás enterado? De antiguo lo he preparado, desde tiempos remotos lo tengo decidido; ahora lo llevo a efecto. Así redujiste a montones de escombros las ciudades fortificadas;


Se perderá su recuerdo en el país, y fuera se borrará su nombre.


El Señor mira por los que practican la justicia, sus oídos atienden a sus gritos;


el Señor se enfrenta con los criminales para borrar su memoria de la tierra.


Venid y ved las obras del Señor, sus prodigios, que llenan la tierra de estupor:


si he devuelto a mi amigo mal por bien, si me puse a favor del opresor injusto,


¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra, tu majestad se asienta encima de los cielos!


Moisés dijo al pueblo: 'No temáis, estad tranquilos y veréis la victoria que hoy os dará el Señor; porque a estos egipcios que ahora veis, ya nunca los volveréis a ver.


Temblor y espanto les asaltan; por la fuerza de tu brazo enmudecen como piedra. Hasta que tu pueblo, oh Señor, haya pasado; hasta que haya pasado este pueblo que adquiriste.


que convertía en un desierto el mundo, que destruía las ciudades y no dejaba a sus cautivos salir de la prisión?


Los muertos no revivirán, las sombras no resucitarán; porque los visitaste y aniquilaste, borrando todo recuerdo de ellos.


¿Lo oyes bien? Desde hace mucho he preparado esto; desde tiempos lejanos lo he trazado, y ahora lo ejecuto: tú tenías que convertir las ciudades fortificadas en un montón de ruinas.


Aquí estoy contra ti, montaña destructora -dice el Señor-, que arrasas toda la tierra. Voy a extender mi mano contra ti, te haré rodar de lo alto de las rocas y te convertiré en monte calcinado.


Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: '¿Dónde está el Señor, tu Dios?'. Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles.


No te alegres de mi suerte, enemiga mía; porque si he caído me levantaré, y si estoy en tinieblas el Señor será mi luz.


El último enemigo en ser destruido será la muerte;


Prendió al dragón, la antigua serpiente -que es el diablo, Satanás-, lo encadenó por mil años,


Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Sicelag, los amalecitas habían hecho una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Habían devastado Sicelag y le habían prendido fuego.


Cuando los israelitas del otro lado del valle y de la Transjordania vieron que los israelitas habían huido y que Saúl y sus tres hijos habían muerto, abandonaron también ellos sus ciudades y se dieron a la fuga. Los filisteos vinieron y se establecieron en ellas.


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