Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 85:4 - Biblia Martin Nieto

4 has puesto fin a tu furor y has desistido de tu ardiente ira.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Ahora, restáuranos, oh Dios de nuestra salvación; aparta tu enojo de nosotros una vez más.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Restablécenos, Dios, salvador nuestro, pon fin a tu resentimiento con nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 tú reprimes tu enojo, retornando del fuego de tu ira.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 85:4
17 Tagairtí Cros  

en ti espero, Dios mío, no quede defraudado; que no triunfen de mí mis enemigos.


Él, el misericordioso, en vez de destruirlos, perdonaba sus faltas; muchas veces su cólera contuvo y no dejó correr todo su enojo;


y jamás volveremos a apartarnos de ti; consérvanos la vida e invocaremos tu nombre.


ante Efraín, Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a socorrernos.


nos has hecho el chismorreo de los vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros.


Tan sólo un poco más, un momento, y acabará mi ira, y mi furor los aniquilará.


Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.


Escucho, escucho el lamento de Efraín: 'Me has castigado, y he sufrido el castigo como novillo indómito; haz que vuelva y volveré, pues tú eres el Señor, mi Dios.


¡Reclámanos a ti, Señor, y volveremos; renueva nuestros días como antaño,


Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes.


No actuaré según el ardor de mi ira, no destruiré más a Efraín, porque yo soy Dios, no un hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no me gusta destruir.


Pero yo clavo mis ojos en el Señor; yo espero en Dios, mi salvador; mi Dios me escuchará.


Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.


Y pusieron sobre él un gran montón de piedras, que existe hasta el día de hoy. Entonces el Señor aplacó su ardiente cólera. Por eso aquel lugar recibió el nombre de valle de Acor hasta el día de hoy.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí