Salmos 73:7 - Biblia Martin Nieto

⁷ los ojos se les saltan a pesar de estar tan gordos y dejan traslucir la falsedad del corazón;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ ¡Estos gordos ricachones tienen todo lo que su corazón desea!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ transpiran por sus poros la maldad, su corazón desborda de planes ambiciosos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Los ojos se les saltan de gordura, Y logran con creces los antojos del corazón.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ De su grasa transpira la malicia, trasmitiendo su interna presunción.

Salmos 73:7 Tagairtí Cros

Ester 3:11

y le dijo: 'Guarda tu plata, y haz de ese pueblo lo que quieras'.

Job 15:27

Porque su rostro estaba cubierto de grosura, cargadas de sebo sus ijadas;

Salmos 119:70

tienen el corazón embrutecido, pero yo me deleito en tu ley;

Salmos 17:10

Han endurecido sus entrañas y sólo saben hablar con arrogancia;

Salmos 17:14

Que tu mano los aparte de la humanidad, fuera del mundo, que sea ésta su suerte en esta vida; cébalos, Señor, con tus reservas, que se hinchen sus hijos y haya sobras para sus pequeños.

Salmos 73:12

Miradlos: éstos son los explotadores, con toda tranquilidad aumentan la fortuna.

Isaías 3:9

Su rostro descarado los delata; como Sodoma descubren sus pecados, no los ocultan. ¡Ay de ellos, que su propia desgracia están fraguando!

Jeremías 5:28

gordos y rollizos. Han sobrepasado la medida del mal, no hacen justicia, no respetan el derecho de los huérfanos, ni dictan sentencia en favor de los pobres.

Ezequiel 16:49

Éste fue el crimen de Sodoma, tu hermana, y de sus hijas: soberbia, gula y pereza; no socorrieron al pobre, al indigente,

1 Samuel 25:2

En Maón había un hombre que tenía posesiones en el Carmelo. Era un hombre muy rico: tenía tres mil ovejas y mil cabras. Estaba entonces en el Carmelo para el esquileo de sus ovejas.

1 Samuel 25:36

Cuando Abigaíl llegó a su casa, se encontró a Nabal celebrando un banquete regio. Estaba muy alegre y completamente borracho. Ella no le dijo ni una palabra hasta la mañana siguiente.