Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 59:3 - Biblia Martin Nieto

3 líbrame de los malhechores, sálvame de los asesinos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Porque he aquí están acechando mi vida; Se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Me han tendido una emboscada. Enemigos feroces están a la espera, Señor, aunque yo no pequé ni los he ofendido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Mira cómo acechan a mi vida, cuántos poderosos se juntan contra mí. Señor, en mí no hay crimen ni pecado,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque he aquí han puesto emboscada a mi vida, Hombres fieros se conjuran contra mí, No por trasgresión o por pecado mío, ¡oh YHVH!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 libérame del autor de maleficios, del hombre sanguinario ponme en salvo.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 59:3
18 Tagairtí Cros  

Líbrame, Señor, de los criminales, guárdame de los hombres que ejercen la violencia,


Se levantan los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y su mesías:


Mis compañeros, mis amigos se alejan de mis llagas; hasta mis familiares se mantienen a distancia;


Se pasan el día haciéndome sufrir, sólo piensan en hacerme daño;


Estoy extenuado de gritar y totalmente ronco, mis ojos se han consumido de esperar a mi Dios.


Las palabras de los criminales son redes sangrientas, pero los hombres rectos, con sus respuestas, se libran de ellas.


No aceches, criminal, la casa del justo, ni devastes su morada;


La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.


Para que se cumpla lo que está escrito en su ley: Me han odiado sin motivo.


Tú no lo creas, porque más de cuarenta hombres de entre ellos le van a tender una emboscada, y se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado; y ahora están preparados, esperando tan sólo tu respuesta'.


Saúl comunicó a su hijo Jonatán y a todos sus siervos su intención de hacer morir a David. Entonces Jonatán, que quería mucho a David,


Hoy mismo has visto con tus propios ojos cómo el Señor te puso en mis manos en la cueva, y no he querido matarte. Te he perdonado, diciéndome: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido del Señor.


Cuando David terminó de hablar así, Saúl le dijo: '¿Es ésta tu voz, hijo mío, David?'. Y comenzó a llorar con grandes gritos.


Y añadió: '¿Por qué persigue mi señor de este modo a su siervo? ¿Qué he hecho yo? ¿Qué hay en mí de culpable?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí