Salmos 20:4 - Biblia Martin Nieto

⁴ que se acuerde de todas tus ofrendas y tus holocaustos acepte con agrado;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Que él conceda los deseos de tu corazón y haga que todos tus planes tengan éxito.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Que te conceda según tus deseos y lleve a buen fin todos tus proyectos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todos tus propósitos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Recuerde tus ofrendas numerosas y halle pingüe tu holocausto.

Salmos 20:4 Tagairtí Cros

2 Samuel 24:23

El siervo de mi señor, el rey, se lo da todo al rey'. Y añadió: 'Que el Señor, tu Dios, te sea propicio'.

2 Crónicas 9:12

El rey Salomón, por su parte, regaló a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, superando lo que ella había traído al rey. Ella y su séquito emprendieron el viaje de regreso a su país.

Salmos 145:19

Él cumple los deseos de sus fieles, escucha su clamor y los libera;

Salmos 21:2

Señor, el rey se regocija de tu fuerza, tu victoria lo colma de alegría.

Salmos 37:4

busca en el Señor tus delicias, y él te dará lo que tu corazón desea.

Proverbios 11:23

El deseo de los justos es únicamente el bien, la esperanza de los injustos es la ira.

Mateo 21:22

Todo lo que pidáis en oración con fe lo recibiréis'.

Juan 11:42

Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.

Juan 16:23

En aquel día no me preguntaréis nada. Os aseguro que todo lo que pidáis en mi nombre al Padre os lo concederá'.

Jueces 13:23

Su mujer le respondió: 'Si el Señor quisiese hacernos morir, no hubiese aceptado el holocausto ni la ofrenda ni nos hubiese revelado todas estas cosas'.

1 Samuel 26:19

Y ahora, que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños.