Salmos 147:10 - Biblia Martin Nieto

¹⁰ No tiene en cuenta el brío del caballo ni se complace en los músculos del hombre;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ No se complace en la fuerza del caballo ni en el poder del ser humano.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ No le atraen los bríos del caballo, ni un hombre por sus músculos le agrada;'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ No se deleita con la fortaleza del caballo, Ni estima la agilidad de las piernas del hombre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ No está su complacencia en la fuerza del caballo, ni en los muslos del hombre esta su agrado:

Salmos 147:10 Tagairtí Cros

2 Samuel 1:23

Saúl y Jonatán, tan queridos y amados, no fueron separados ni en la vida ni en la muerte; más veloces que águilas, más fuertes que leones.

Job 39:11

¿Puedes fiarte de él porque sea grande su fuerza, y confiarle tus trabajos?

Salmos 20:7

Ahora ya lo sé: el Señor da la victoria a su mesías, lo escucha desde los santos cielos por las proezas victoriosas de su diestra.

Proverbios 21:31

Se apareja el caballo para el día del combate, pero del Señor depende la victoria.

Eclesiastés 9:11

También he visto bajo el sol que ni es de los veloces la carrera, ni de los valientes el combate, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los instruidos la estima, porque el tiempo y la mala suerte alcanzan a todos.

Isaías 31:1

¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor.

Oseas 1:7

Me compadeceré, en cambio, de la casa de Judá; los salvaré por medio del Señor, su Dios, y no por medio de arco, espada o lanza, o con caballos y jinetes'.

1 Samuel 16:7

El Señor dijo a Samuel: 'No consideres su aspecto ni su alta estatura, porque yo lo he descartado. El hombre no ve lo que Dios ve; el hombre ve las apariencias, y Dios ve el corazón'.