Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Salmos 119:16 - Biblia Martin Nieto

16 en tus decretos encuentro mis delicias, no olvido tu palabra.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. Guímel

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 En tus preceptos me deleitaré, jamás me olvidaré de tus palabras.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Me deleitaré en tus estatutos, No me olvidaré de tu palabra.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 En tus leyes me complazco: jamás me olvidaré de tu palabra.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 119:16
24 Tagairtí Cros  

estoy en peligro cada instante, pero no olvido tu ley;


dentro de mi corazón conservo tus órdenes para no pecar nunca contra ti.


yo encuentro la alegría en cumplir tus decretos más que en todas las riquezas;


Aunque soy poca cosa y despreciable, no olvido tus preceptos.


Me aplasta la angustia y la opresión, pero tus mandamientos hacen mis delicias;


Mira mi miseria y sálvame, pues yo no me he olvidado de tu ley;


Señor, espero que me salves, pues tu ley hace mis delicias.


Ando errante como oveja perdida; búscame, pues no me he olvidado de tus mandamientos.


tus decretos hacen mis delicias, ellos son mis consejeros.


llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él encuentro mi felicidad;


tus mandamientos son mi felicidad, los amo con pasión;


las redes de los malhechores me han aprisionado, pero yo no he olvidado tu ley;


tienen el corazón embrutecido, pero yo me deleito en tu ley;


que me alcance tu compasión y viviré, porque tu ley hace mis delicias;


Soy como un pellejo puesto al humo, pero no he olvidado tus decretos.


por lo que entonces dije: 'Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:


Para el justo practicar la justicia es una alegría, para los que obran mal es un terror.


Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón guarde mis preceptos;


Cuando recibía tus palabras yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia, la alegría de mi corazón, pues tu nombre se invocaba sobre mí, oh Señor Dios omnipotente.


En mi interior me agrada la ley de Dios;


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí