Oseas 11:3 - Biblia Martin Nieto

³ Y yo enseñaba a Efraín a caminar, lo llevaba en brazos; pero no han comprendido que yo cuidaba de ellos.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³ Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Yo, sin embargo, le enseñaba a andar a Efraím, sujetándolo de los brazos, pero ellos no entendieron que yo cuidaba de ellos.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Pero fui Yo el que enseñó a andar a Efraín tomándolo por sus brazos, Pero no reconocieron que Yo era el que los sanaba.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Yo enseñé a Efraín a andar, los llevé en mis brazos; pero no comprendieron que yo los cuidaba.

Oseas 11:3 Tagairtí Cros

Salmos 107:20

Envió su palabra y los curó, los libró del sepulcro.

Éxodo 15:26

Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.

Éxodo 19:4

Habéis visto cómo he tratado a los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído hasta mí.

Éxodo 23:25

Si servís al Señor, vuestro Dios, él bendecirá tu pan y tu agua; y yo alejaré de ti toda enfermedad.

Isaías 1:2

Escuchad, cielos; presta, tierra, oído, porque habla el Señor: He alimentado, he hecho crecer hijos, y ellos se han sublevado contra mí.

Isaías 30:26

Entonces la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de sus golpes.

Isaías 46:3

Escuchadme, casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, que habéis sido llevados por mí desde el vientre, sostenidos desde el seno materno.

Isaías 63:9

en todas sus angustias. No un mensajero o un delegado suyo; él mismo fue quien los salvó. En su amor, en su piedad, él mismo los rescató, los sostuvo y los llevó todos los días en el pasado.

Jeremías 30:17

Sí, yo te devolveré la salud, yo curaré tus heridas -dice el Señor-, porque te han llamado la Abandonada, Sión, de quien nadie se cuida.

Jeremías 8:22

¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No hay allí ningún médico? ¿Por qué, pues, no ha adelantado la curación de la hija de mi pueblo?

Oseas 14:4

Asiria no nos puede salvar; no montaremos ya en los caballos, y no diremos más 'dios nuestro' a la obra de nuestras manos, pues en ti encuentra compasión el huérfano.

Oseas 2:8

Por eso voy a cerrar su camino con espinos, voy a cercarla con una valla para que no encuentre más sus senderos;

Oseas 7:1

Cuando yo quiero sanar a Israel, se descubre la iniquidad de Efraín y el crimen de Samaría, porque se practica la estafa, el ladrón penetra en las casas y afuera saquean los bandidos.

Oseas 7:15

Yo adiestré, fortifiqué su brazo; pero ellos maquinan males contra mí.

Hechos 13:18

Por espacio de cuarenta años los asistió en el desierto,

Deuteronomio 1:31

y en el desierto, donde el Señor, tu Dios, te sostenía, como un padre sostiene a su hijo, durante todo el camino recorrido hasta llegar aquí.

Deuteronomio 33:27

El Dios de otro tiempo / es tu refugio, / y tu sostén sus brazos eternos. Expulsa delante de ti al enemigo, / y a ti te dice: / Destrúyelo.

Deuteronomio 8:2

Acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos.