Números 10:35 - Biblia Martin Nieto

³⁵ Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: '¡Levántate, Señor, y sean dispersados tus enemigos; huyan ante ti los que te odian!'.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ Siempre que el arca salía, Moisés gritaba: «¡Levántate, oh Señor y que se dispersen tus enemigos! ¡Que huyan ante ti!»;

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Cuando el Arca partía, Moisés decía: '¡Levántate, Yavé! ¡Que se dispersen tus enemigos, que huyan ante ti los que te odian!'

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Y sucedía que al partir el Arca, Moisés exclamaba: ¡Levántate, oh YHVH! ¡Sean dispersados tus enemigos, Y huyan de ti los que te aborrecen!°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Cuando el arca se ponía en marcha, decía Moisés: 'Levántate, Yahveh; que tus enemigos se dispersen y huyan de tu presencia los que te odian'.

Números 10:35 Tagairtí Cros

Salmos 132:8

Levántate, Señor, ven al lugar de tu reposo tú y el arca donde reside tu poder;

Salmos 3:8

Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores.

Salmos 9:19

Que no por siempre estará el pobre en el olvido, no se pierde por siempre la esperanza del mísero.

Salmos 94:16

¿Quién defenderá mi causa contra los criminales, quién estará de mi parte contra los delincuentes?

Isaías 51:9

¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón?

Deuteronomio 32:41

cuando afile mi espada fulgurante / y empiece a hacer justicia, / tomaré venganza de mis enemigos / y daré su merecido a los que me odian.

Deuteronomio 7:10

y que castiga en su propia persona a los que lo odian. Hace perecer sin tardanza a quien le odia, y lo hiere con castigo personal.

1 Samuel 4:3

El pueblo volvió al campamento, y los ancianos se preguntaron: '¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor ante los filisteos? Vamos a buscar a Silo el arca de la alianza del Señor, y que vaya con nosotros; así nos librará de la mano de nuestros enemigos'.