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Nehemías 9:30 - Biblia Martin Nieto

30 No obstante, tú los soportaste muchos años, los amonestaste con tu espíritu por medio de los profetas, pero no hicieron caso. Entonces los entregaste en manos de los pueblos del país.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

30 Les soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 En tu amor fuiste paciente con ellos durante muchos años. Enviaste tu Espíritu, quien les advertía por medio de los profetas. ¡Pero aun así no quisieron escuchar! Entonces nuevamente permitiste que los pueblos de la tierra los conquistaran;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Sin embargo, tú has sido paciente con ellos durante años, les advertiste por tu espíritu, por boca de tus profetas, pero no te hicieron caso. Entonces los entregaste en manos de las naciones paganas;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Pero Tú continuaste a favor de ellos° muchos años, y testificaste contra ellos mediante tu Espíritu por mano de tus profetas, pero no dieron oído; por eso los entregaste en mano de los pueblos de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Fuiste paciente durante muchos años, los exhortabas por tu espíritu, mediante tus profetas, pero ellos no prestaron oído; por eso los entregaste en manos de las gentes del país.

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Nehemías 9:30
34 Tagairtí Cros  

Y el rey de Asiria deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media,


Entonces el Señor habló así por medio de sus siervos los profetas:


El Señor les envió profetas para convertirlos, pero no quisieron escuchar sus advertencias.


Pero ahora, oh Dios nuestro, ¿qué podemos decir? Después de tantos favores hemos abandonado tus mandamientos,


Les diste tu espíritu bueno para instruirlos; no negaste el maná a su boca y les procuraste agua para calmar su sed.


Pero fueron insolentes, se rebelaron contra ti y echaron tu ley a sus espaldas; mataron a tus profetas, que les exhortaban a convertirse a ti, y te ofendieron gravemente.


Les instabas a convertirse a tu ley; pero ellos, obstinados, no obedecieron a tus mandamientos y pecaron contra tus leyes, que dan la vida a quien las pone en práctica; se encogieron de hombros, endurecieron su cabeza y no quisieron obedecer.


Mas tú, Señor, misericordioso y compasivo, paciente y lleno de amor y de lealtad,


Durante cuarenta años aquella generación me asqueó, y dije: 'Son un pueblo de corazón rebelde, no han entendido mis caminos'.


Cuando dice: Orden sobre orden, regla sobre regla, ora por aquí, ora por allá.


¿Quién ha entregado a Jacob al saqueo, y a Israel a los depredadores? ¿No ha sido el Señor, contra quien pecamos, cuyos caminos no quisimos seguir, ni escuchamos su ley?


Por amor de mi nombre contenía mi cólera, por mi honor me frenaba para no exterminarte.


Pero ellos se rebelaron contra él y afligieron su santo espíritu. Entonces él se hizo su enemigo, y peleó contra ellos.


El Señor, además, os ha enviado a todos sus siervos, los profetas, sin interrupción, y vosotros no habéis escuchado ni habéis hecho caso.


El Señor no podía soportar más la maldad de vuestras acciones y las monstruosidades que habéis cometido; por eso vuestro país ha quedado convertido en un desierto, objeto de horror y execración, sin ningún habitante, como sucede actualmente.


Yo os envié incesantemente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para que os dijeran: no hagáis esas cosas horribles que yo detesto.


Pero no quisieron escuchar ni hicieron caso, ni se convirtieron de su perversidad, ni dejaron de quemar incienso a dioses extraños.


Desde el día en que vuestros padres salieron de Egipto hasta el presente, os he mandado continuamente a mis siervos, los profetas.


El Señor ha realizado lo que había decidido, ha cumplido su palabra pronunciada desde antiguo; ha destruido sin piedad, ha hecho que se ría de ti tu adversario, ha acrecentado el poder de tu enemigo.


No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.


Endurecieron su corazón como el diamante para no escuchar la enseñanza y las palabras que el Señor todopoderoso inspiró a los profetas pasados. Entonces el Señor todopoderoso se irritó muchísimo.


Y sucedió que, así como él los llamaba y no quisieron escuchar, así también ellos clamaron y yo no los escuché, dice el Señor todopoderoso.


Dos de ellos habían permanecido en el campamento: uno se llamaba Eldad y otro Medad. También sobre ellos se posó el espíritu, ya que pertenecían a los elegidos, aunque no se habían presentado en la tienda, y se pusieron a profetizar en el campamento.


Por espacio de cuarenta años los asistió en el desierto,


Al despedirse sin ponerse de acuerdo unos con otros, Pablo terminó con estas palabras: 'Con razón dijo el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías:


Hombres de cabeza dura e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como fueron vuestros padres, así sois también vosotros.


¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento?


El Espíritu de Cristo que estaba en ellos les dio a conocer de antemano lo que Cristo tenía que sufrir y la gloria que iba a alcanzar Ellos se esforzaron por investigar cuándo y cómo se iba a realizar eso,


pues los profetas nunca hablaron por su propia cuenta, sino que hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo.


El Señor no retarda el cumplimiento de la promesa, como creen algunos que le acusan de tardanza, sino que usa de paciencia con vosotros, pues no quiere que nadie perezca, sino que todos alcancen el arrepentimiento.


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