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Nehemías 9:27 - Biblia Martin Nieto

27 Entonces tú los entregaste en manos de sus enemigos, que los oprimieron. En el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú les escuchaste desde el cielo, y en tu gran bondad les diste liberadores que los salvasen de las manos de sus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tu gran misericordia les enviaste libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Así que los entregaste en manos de sus enemigos, quienes los hicieron sufrir; pero en sus momentos de angustia clamaron a ti, y desde el cielo los escuchaste. En tu gran misericordia, les enviaste libertadores que los rescataron de sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Entonces los dejaste caer en manos de sus enemigos que los oprimieron. Clamaron a ti durante su opresión, y los escuchaste desde lo alto del cielo. En tu inmensa ternura les diste libertadores para que los libraran de manos de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Por eso Tú los entregaste en mano de sus enemigos, quienes los afligieron; pero en el tiempo de su aflicción clamaron a ti, y Tú los escuchaste desde los cielos, y según tus muchas misericordias, les diste libertadores que los libraran de mano de sus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Tú los entregaste en poder de sus enemigos, que los oprimieron. En el tiempo de su angustia te invocaron, y tú los escuchaste desde el cielo; por tu inmensa bondad les mandaste salvadores, que los libraron de sus enemigos.

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Nehemías 9:27
19 Tagairtí Cros  

El Señor dio a Israel un salvador, que los libró del yugo de Siria, y los israelitas vivieron tranquilos en sus casas como antes.


Y como el Señor no había decretado borrar el nombre de Israel de debajo del cielo, le salvó por medio de Jeroboán, hijo de Joás.


Por eso el Señor rechazó a toda la raza de Israel, la humilló y la entregó en manos de saqueadores, hasta que la echó de su presencia.


sino sólo al Señor, y entonces él os librará de las manos de vuestros enemigos'.


El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos.


Ni siquiera entonces tú, en tu inmensa bondad, los abandonaste en el desierto: no se apartó de ellos la nube que durante el día los guiaba en su camino, ni la columna de fuego que por la noche alumbraba su ruta.


y nos libró de nuestros enemigos, porque es eterno su amor.


Me volveré contra vosotros, y seréis vencidos por vuestros enemigos; éstos os dominarán, y huiréis aunque nadie os persiga.


Y subirán victoriosos al monte Sión para juzgar a la montaña de Esaú, y el reino será del Señor.


El Señor hizo surgir los jueces. El Señor estaba con el juez y los libraba de la mano de sus enemigos mientras vivía el juez, pues se compadecía de ellos al oírles gemir bajo sus opresores y perseguidores.


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