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Nehemías 8:6 - Biblia Martin Nieto

6 Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, con las manos levantadas, respondió: 'Amén, amén', al tiempo que se inclinaban y adoraban al Señor, rostro en tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces Esdras alabó al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, con las manos levantadas, exclamó: «¡Amén! ¡Amén!». Luego se inclinaron y, con el rostro en tierra, adoraron al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces Esdras bendijo a Yavé, el Gran Dios, y todo el pueblo respondió con las manos en alto: '¡Amén! ¡Amén!' Luego se inclinaron y se postraron delante de Yavé con el rostro en tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y Esdras bendijo a YHVH, Ha-’Elohim Ha-Gadol.° Y todo el pueblo, alzando sus manos, respondió: ¡Amén! ¡Amén! Y reverenciando, se postraron ante YHVH rostro en tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Esdras bendijo a Yahveh, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: '¡Amén! ¡Amén!'. Y rostro en tierra, adoraron a Yahveh.

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Nehemías 8:6
30 Tagairtí Cros  

Abrán le respondió: 'Juro, mano en alto, al Señor que creó el cielo y la tierra: Yo no tomaré nada de lo que es tuyo,


Entonces el criado, postrándose en tierra, adoró al Señor


Bendito sea el Señor, Dios de Israel por eternidad de eternidades. Y todo el pueblo diga: Amén. Aleluya'.


David bendijo al Señor ante toda la asamblea, diciendo: 'Bendito seas tú, Señor, Dios de Israel, nuestro padre, desde la eternidad y para siempre.


David dijo a toda la asamblea: '¡Bendecid al Señor, nuestro Dios!'. Y toda la asamblea bendijo al Señor, Dios de sus padres, y postrándose se inclinaron reverentes ante el Señor y ante el rey


Josafat y los habitantes de Judá y Jerusalén se postraron ante el Señor y lo adoraron.


Yo quiero hacer un pacto con el Señor para que aparte su ira de nosotros.


El rey Ezequías y los jefes dieron la orden a los levitas de alabar al Señor con los salmos de David y de Asaf, el vidente. Cantaron los salmos con gran alegría, y luego se arrodillaron en actitud de adoración.


Y añadió: 'Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido con su propia mano lo que con su boca había prometido a mi padre David, diciendo:


Luego sacudí mi manto y dije: 'Así sacuda Dios la casa y la hacienda de aquel que no mantenga esta promesa; así sea sacudido y se quede sin nada'. Toda la asamblea respondió: '¡Así sea!'; y alabó al Señor. Y el pueblo cumplió lo que había prometido.


Los levitas Josué, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabtay, Hodiyías, Maasías, Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán y Pelayas explicaban la ley al pueblo mientras el pueblo permanecía en pie.


levantad vuestras manos hacia el santuario, bendecid al Señor.


que mi oración sea como incienso en tu presencia, y mis manos alzadas, la ofrenda de la tarde.


Escucha mi grito suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo mis manos hacia tu templo santo.


Tú me sostendrás, porque soy inocente, me tendrás en tu presencia eternamente.


Tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán;


Porque el Señor es el Dios grande, el rey grande sobre todos los dioses.


responderéis: Es el sacrificio de la pascua del Señor, el cual pasó de largo por las casas de los israelitas en Egipto, cuando hirió a los egipcios y preservó nuestras casas'. El pueblo se postró y adoró.


El pueblo creyó, y comprendiendo que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su opresión, se postraron y adoraron.


El profeta Jeremías dijo: '¡Amén! ¡El Señor haga que se cumplan las palabras de tu profecía, devolviendo de Babilonia a este lugar todos los utensilios del templo del Señor y a todos los cautivos!


Levantemos el corazón en nuestras manos al Dios que está en los cielos.


una llama que salía de la presencia del Señor consumió el holocausto y las grasas sobre el altar. Ante esta visión, todo el pueblo lanzó gritos de alegría y cayeron rostro en tierra.


Avanzó unos pasos más, cayó de bruces y se puso a orar así: 'Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú'.


no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal'.


Porque si tú bendices con el espíritu, ¿cómo dirá 'amén' a tu acción de gracias quien asiste como simple fiel si no entiende lo que dices?


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales.


Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos limpias, sin ira ni rencores.


Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo que llevado de su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos a una esperanza viva


Todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Cayeron de rodillas ante el trono y adoraron a Dios, diciendo:


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