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Malaquías 2:17 - Biblia Martin Nieto

17 Vosotros cansáis al Señor con vuestras palabras, y sin embargo decís: '¿En qué le hemos cansado?'. Con esto afirmáis: 'Todo el que hace el mal es bien visto por el Señor y él lo acepta complacido', o '¿dónde está el Dios de la justicia?'.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Ustedes han cansado al Señor con sus palabras. «¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan. Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos del Señor y que él se agrada de ellos. Lo han fatigado al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ustedes aburren a Yavé con sus discursos y todavía dicen: '¿En qué le hemos molestado?' Ustedes lo molestan cuando afirman que Yavé mira complacido a cuantos actúan mal, ya que les va bien en todo, o cuando se preguntan: '¿Dónde estará el Dios que hace justicia?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Habéis hastiado a YHVH con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué lo hemos hastiado? En que decís: Todo el que hace mal agrada a YHVH, y de los tales Él se agrada, y: ¿Dónde está el Dios justo?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Molestáis a Yahveh con vuestras palabras y preguntáis: '¿En qué le molestamos?'. En que pensáis: 'Todos los que hacen el mal son buenos a los ojos de Yahveh, y en éstos se complace'; o cuando decís: '¿Dónde está el Dios de la justicia?'.

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Malaquías 2:17
34 Tagairtí Cros  

¿Puede acaso gobernar el que odia el derecho? ¿Al justo, al poderoso, vas a condenar?


Job, pues, será probado a fondo por sus respuestas dignas de un malvado;


Pero si traspasas la medida del malvado, te aferrarán juicio y sentencia.


En un país sujeto al poder de un malvado, vela él el rostro de los que le juzgan. Si no es él, ¿quién puede ser?


Como no se ejecuta inmediatamente la sentencia contra los delitos, por eso los hombres sólo piensan en delinquir;


Vuestros novilunios, vuestras solemnidades me son aborrecibles: se me han vuelto un peso, y estoy harto de aguantarlas.


¡Ay de aquellos que se esconden del Señor para disimular sus designios; de los que maquinan en la oscuridad y dicen: ¿Quién nos ve y nos conoce?!


Pero el Señor espera la hora de otorgaros su gracia; por eso se levanta para apiadarse de vosotros, porque el Señor es un Dios de justicia; felices los que en él esperan.


Mas tú, Jacob, no me has invocado; tú, Israel, no te has inquietado por mí.


No has comprado por dinero caña aromática para mí, ni me has saciado con la grasa de tus sacrificios; sólo con tus pecados me has oprimido, me has agobiado con tus iniquidades.


Isaías dijo: Escuchad, pues, casa de David: ¿os parece poco cansar a los hombres, para que queráis también cansar a mi Dios?


Muy justo eres tú, Señor, para que yo trate de litigar contigo. No obstante, quiero sólo exponerte un caso: ¿Por qué los malvados prosperan en sus caminos? ¿Por qué viven en paz los traidores?


Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme!


Mira cómo me dicen: '¿Dónde está la palabra del Señor? ¡Que se cumpla!'.


El Señor no podía soportar más la maldad de vuestras acciones y las monstruosidades que habéis cometido; por eso vuestro país ha quedado convertido en un desierto, objeto de horror y execración, sin ningún habitante, como sucede actualmente.


Porque no te has acordado del tiempo de tu juventud y me has provocado la ira con todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu cabeza, dice el Señor Dios. Pues, ¿no has cometido un crimen horrible con todas tus prácticas detestables?


Me diréis: El camino del Señor no es justo. Escucha, casa de Israel: ¿Que no son justos mis caminos? ¿No son más bien vuestros caminos los que no son justos?


Y me dijo: '¿Has visto, hijo de hombre, lo que hacen los ancianos de Israel en la oscuridad, cada uno en su estancia recargada de pinturas idolátricas, que están diciendo: El Señor no nos ve, el Señor ha abandonado el país?'.


Me respondió: '¡El crimen de la casa de Israel y de Judá es demasiado grande, inmenso; el país está cubierto de sangre y la ciudad llena de violencia! Han dicho: El Señor ha abandonado el país, el Señor no lo ve.


Pues ahora yo haré que se atasquen vuestros pies como se atasca un carro cargado de mies.


En aquel tiempo yo registraré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que se sientan en sus heces y dicen: 'El Señor no hace nada, ni bien ni mal'.


Y decís: '¿Por qué?'. Porque el Señor es testigo entre ti y la esposa de tu juventud, a la que tú fuiste infiel, siendo así que ella era tu compañera, tu elegida.


¿Puede un hombre engañar a Dios? Sí, vosotros me engañáis y andáis diciendo: '¿En qué te hemos engañado?'. En los diezmos y en los tributos sagrados.


Él es la roca, sus obras son perfectas, / todos sus caminos son la justicia misma; / el Dios fiel, en él no hay maldad; es justo y recto.


No repitáis tanto palabras altaneras, no pronunciéis palabras arrogantes, porque el Señor es un Dios lleno de saber, un Dios que pesa las acciones.


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