Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Malaquías 1:9 - Biblia Martin Nieto

9 Y ahora, implorad a Dios, para que tenga compasión de vosotros; pero si hacéis esas cosas, ¿cómo os va a recibir bien? - dice el Señor todopoderoso-.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 «¡Adelante, supliquen a Dios que sea misericordioso con ustedes! Pero cuando llevan esa clase de ofrendas a él, ¿por qué debería tratarlos bien?», pregunta el Señor de los Ejércitos Celestiales.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Así es como ustedes piden a Dios sus favores. Pero, ¿creen ustedes que los atenderá?

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡Ahora pues, implorad el favor de ’El,° para que tenga compasión de nosotros! Pues si de vuestra mano procede todo esto, ¿cómo lo habréis de aplacar?, dice YHVH Sebaot.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Ahora, pues, invocad a Dios, para que se apiade de nosotros. Con tal don de vuestras manos, ¿concederá su favor a alguno de vosotros? -dice Yahveh Sebaot-.

Féach an chaibidil Cóip




Malaquías 1:9
15 Tagairtí Cros  

Los sacerdotes y los levitas, de pie, dieron la bendición al pueblo. El Señor escuchó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada en el cielo.


Moisés aplacó al Señor, su Dios, diciendo: '¿Por qué, oh Señor, se ha de encender tu ira contra tu pueblo, al que sacaste de Egipto con gran fuerza y con mano poderosa?


¿Acaso por eso le condenaron a muerte Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temieron más bien al Señor; no imploraron su gracia, hasta obtener que retirara la desgracia con que les había amenazado? ¿Y vamos nosotros a cargar con un delito tan grave?'.


Si fuesen profetas, si poseyesen la palabra del Señor, intercederían ante el Señor todopoderoso para que los utensilios que quedan aún en el templo del Señor, en el palacio real de Judá y en Jerusalén no vayan a parar a Babilonia.


¡Arriba! Lanza gritos en la noche, a cada relevo de la guardia; derrama, como agua, tu corazón delante del Señor; alza tus manos a él por tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de las calles.


Y ahora -dice el Señor- volved a mí de todo corazón con ayunos, llantos y lamentos;


Que entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: 'Perdona a tu pueblo, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla de las gentes. ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?'.


Si me ofrecéis holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; no me digno mirar el sacrificio de vuestros novillos cebados.


Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad.


pues ante Dios todos son iguales.


Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras comportaos respetuosamente mientras estáis de paso en este mundo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí