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Lamentaciones 2:1 - Biblia Martin Nieto

1 ¡Ay, cómo el Señor en su ira ha cubierto de sombras a la hija de Sión! Ha precipitado del cielo a la tierra la gloria de Israel: ¡No quiere acordarse del estrado de sus pies, en el día de su ira!

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Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 En su enojo el Señor cubrió de sombras a la bella Jerusalén. La más hermosa de las ciudades de Israel yace en el polvo, derrumbada desde las alturas del cielo. En su día de gran enojo el Señor no mostró misericordia ni siquiera con su templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ay, ¡cómo ha oscurecido, en su cólera, el Señor a la Hija de Sión! Ha derribado del cielo a la tierra la gloria de Israel; en su enojo no se acordó de su Templo, en que descansaron sus pies.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 a ¡Cómo nubló Adonay en su ira a la capital de Sión! ¡Cómo arrojó del cielo a la tierra el esplendor de Israel! El día de su ira no se acordó del estrado de sus pies.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Álef. ¡Ay, cómo oscureció en su ira el Señor a la hija de Sión! Precipitó del cielo a la tierra el esplendor de Israel; no se acordó del escabel de sus pies el día de su ira.

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Lamentaciones 2:1
28 Tagairtí Cros  

'Tu gloria, Israel, ha perecido sobre tus montes. ¿Cómo han caído los héroes?


El rey se puso en pie y dijo: 'Escuchadme, hermanos míos y pueblo mío. Yo tenía el deseo de construir un templo donde estuviera permanentemente el arca de la alianza del Señor, estrado de los pies de nuestro Dios; había hecho incluso preparativos para la construcción,


Vamos a su morada, postrémonos ante el estrado de sus pies.


has puesto fin a su esplendor y has tirado su trono por los suelos;


Alabad al Señor, nuestro Dios, hincaos de rodillas ante el estrado de sus pies. Dios es santo.


¿Vas a ser insensible a todo esto, Señor, seguirás aún callado para humillarnos sin medida?


Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.


¡Ay, cómo está postrada en soledad la ciudad tan populosa! Como una viuda se ha quedado la grande entre las naciones. La señora entre las provincias ha sido esclavizada.


Vosotros todos, los que pasáis por el camino mirad y ved si hay dolor como el dolor que me atormenta, con el que el Señor me ha herido el día del fuego de su cólera.


El Señor ha realizado lo que había decidido, ha cumplido su palabra pronunciada desde antiguo; ha destruido sin piedad, ha hecho que se ría de ti tu adversario, ha acrecentado el poder de tu enemigo.


¡Ay, cómo se ha deslucido el oro, se ha alterado el oro tan fino! ¡Están esparcidas las piedras sagradas por las esquinas de todas las calles!


El Señor ha desahogado su furor, el ardor de su ira ha descargado; un fuego ha encendido en Sión, que la ha devorado hasta sus cimientos.


Por tanto, esto dice el Señor Dios: En mi cólera desencadenaré un viento impetuoso, lluvia a torrentes caerá en mi furor, granizos sin cuento en el ardor de la destrucción.


Mas fue arrancada con furor, derribada en tierra, y el viento del este agostó sus frutos; quedó rota, su rama robusta se secó y lo devoró todo el fuego.


Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada.


En Tafnis se oscurecerá el día, cuando yo despedace allí el cetro de Egipto y se acabe el orgullo de su fuerza. Un nubarrón la cubrirá y sus hijas irán al destierro.


¡Día de oscuridad y de tiniebla, día de nubes y de niebla espesa! Como de monte en monte va la aurora; avanza un pueblo numeroso y fuerte, como jamás ha existido y como no habrá más en los años lejanos.


Y tú, Cafarnaún, ¿crees que te vas a elevar hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros realizados en ti, duraría hasta el día de hoy.


Y tú, Cafarnaún, ¿crees que te vas a elevar hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás!


Y Jesús les dijo: 'Yo veía a Satanás cayendo del cielo como un rayo.


y al niño le puso por nombre Icabod, diciendo: 'Ha pasado la gloria de Israel', aludiendo a la pérdida del arca, a su suegro y a su marido.


Ella dijo: 'Ha pasado la gloria de Israel, porque ha sido capturada el arca de Dios'.


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