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Lamentaciones 1:2 - Biblia Martin Nieto

2 Llora a raudales en la noche y las lágrimas surcan sus mejillas. Nadie hay que la consuele entre todos sus amantes; la han traicionado todos sus aliados, se le han vuelto enemigos.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quien la consuele de todos sus amantes; Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Durante toda la noche solloza; las lágrimas corren por sus mejillas. De todos sus amantes, no hay quien la consuele. Todos sus amigos la traicionaron y se volvieron sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Llora durante las noches, las lágrimas corren por sus mejillas. Entre todos sus amantes nadie hay que la consuele. La traicionaron todos sus amigos, ¡y se convirtieron en sus enemigos!

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 b Amargamente llora en la noche y sus lágrimas cubren sus mejillas; No tiene a nadie que la consuele entre todos sus amantes, Todos sus amigos le fueron infieles y ahora son sus adversarios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Bet. Pasa las noches llorando, las lágrimas surcan sus mejillas. No hay quien la consuele entre todos los que la amaban. Todos sus amigos la han traicionado, se le han vuelto enemigos.

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Lamentaciones 1:2
30 Tagairtí Cros  

Me han engañado mis hermanos lo mismo que un torrente, como arroyos de aguas pasajeras;


así meses de aflicción me han caído en herencia, me han tocado noches de dolor.


Los que siembran con lágrimas, cosecharán entre cantares;


mi vida se consume de tristeza, los gemidos acaban con mis años; la miseria acaba con mis fuerzas, mis huesos se consumen.


que entre los muertos no hay recuerdo de ti, en el abismo, ¿quién te puede alabar?


El ultraje quebró mi corazón, estoy perdido, esperé compasión, pero fue en vano, consoladores, y no encontré ni uno.


Al pobre hasta sus hermanos lo odian, con mayor razón sus amigos se alejan de él; busca las palabras y no las encuentra.


Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.


Ten cuidado, no se descalce tu pie y se seque tu garganta. Pero tú dices: '¡Déjame en paz; yo amo a extranjeros y tras ellos quiero irme!'.


El Señor me dijo: Si un hombre se divorcia de su mujer y ella, al separarse de él, se casa con otro, ¿podrá volver a él de nuevo? ¿No se ha infamado totalmente esa mujer? Tú te has prostituido con innumerables amantes, ¿y pretendes volver a mí? -dice el Señor-.


Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.


Y tú, desolada, ¿qué vas a hacer? Aunque te vistas de púrpura y te adornes de joyas de oro, aunque te agrandes los ojos con cosméticos, en vano te pones bella. Tus amantes te desprecian, tu vida es lo que buscan.


¡Quién me brindara en el desierto un albergue de ambulantes! Abandonaría entonces a mi pueblo; me alejaría de él, porque son todos adúlteros, una pandilla de traidores.


He llamado a mis amantes, pero me han traicionado. Mis sacerdotes y mis ancianos han muerto en la ciudad, mientras buscaban alimento que reanimara su vida.


Escucha mi gemido: ¡no hay quien me consuele! Todos mis enemigos se alegran de mi ruina, de que tú lo hayas hecho. ¡Haz que llegue el día que habías anunciado, para que sean como yo!


¡Hasta en sus ropas hay inmundicia! No pensaba en este fin; se hundió estruendosamente ¡y nadie la consuela! Mira, Señor, su aflicción, que el enemigo triunfa.


Mis ojos están en lágrimas sumidos, mis entrañas se estremecen; mi hiel por tierra derramada, por la caída de la hija de mi pueblo, cuando desfallecían niños y lactantes en las plazas de la ciudad.


por eso yo reuniré a todos tus amantes a quienes te entregabas, no sólo a los que amaste, sino también a los que aborreciste; los congregaré contra ti de todas partes y les descubriré tu desnudez para que la vean.


Su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los dio a luz. Ella decía: 'Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida'.


No os fiéis del compañero, no confiéis en el amigo; ten cuidado con lo que dices delante de la que se acuesta entre tus brazos.


Están todos de acuerdo en poner a disposición de la bestia su fuerza y su poder.


Los diez cuernos que has visto y la bestia odiarán a la prostituta, la despojarán de sus vestiduras toda desnuda, comerán sus carnes y la quemarán.


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