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Isaías 9:19 - Biblia Martin Nieto

19 Se muerde a la derecha, y aún se tiene hambre; se come a la izquierda, y no se sacian; todos devoran la carne de su prójimo.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 La tierra quedará ennegrecida por la furia del Señor de los Ejércitos Celestiales. El pueblo será combustible para el fuego, y nadie perdonará la vida ni siquiera de su propio hermano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Muerden a derecha, y todavía siguen con hambre; comen a izquierda, y no quedan satisfechos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 ¡Por la ira de YHVH Sebaot el país se tambalea,° Y el pueblo es pasto del fuego!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 cada cual devora la carne de su prójimo: despedaza a derecha y queda con hambre, devora a izquierda y no se harta:

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Isaías 9:19
32 Tagairtí Cros  

El hombre fuerte se hará estopa, y su obra una chispa; arderán los dos juntos, y no habrá quien lo extinga.


Yo la enviaba contra una nación malvada; la mandaba contra un pueblo que me ha irritado, para robarlo, saquearlo y pisotearlo como el lodo de las calles.


Por eso haré temblar los cielos; se desquiciará la tierra de su sitio por el furor del Señor omnipotente el día en que estalle su cólera.


Sus arcos abatirán a los jóvenes y no se apiadarán del fruto de las entrañas; su ojo no tendrá compasión de los niños.


Ved; ya viene el día del Señor, implacable, con furia y cólera encendida, a convertir la tierra en un desierto, a exterminar a los pecadores.


Por eso la maldición devora la tierra, y sus habitantes sufren los efectos; por eso los habitantes de la tierra se consumen, y sólo quedan unos pocos hombres.


Señor, alzada está tu mano; pero ellos no la miran. ¡Vean tu celo por tu pueblo, y se avergüencen, y el fuego preparado para tus enemigos los devore!


El pueblo se alzará, hombre contra hombre, vecino contra vecino; se lanzará el joven contra el anciano, el plebeyo contra el noble.


Se estremecen en Sión los pecadores, el terror invade a los criminales. ¿Quién de nosotros podrá resistir ante el fuego abrasador; quién resistirá estas llamas eternas?


Cuando el Señor haya lavado la mancha de las hijas de Sión y haya limpiado a Jerusalén de la sangre en ella derramada, cuando dicte la sentencia y ejecute la pena,


Por eso derramó sobre él el ardor de su cólera y los horrores de la guerra. ¡Rodeado de llamas, no ha entendido; abrasado, no ha prestado atención!


Como la lengua de la llama devora el rastrojo y como el heno es consumido por el fuego, así su raíz se pudrirá y su flor será aventada como polvo, por rechazar la ley del Señor todopoderoso y despreciar la palabra del Santo de Israel.


Habrá aquel día contra él un bramido como el bramido de la mar; mirarán al país, y habrá sólo oscuridad; la luz quedará oscurecida por espesas nubes.


mientras las tinieblas envuelven la tierra y la oscuridad cubre los pueblos. Sobre ti se levanta el Señor y su gloria aparece sobre ti.


mirará hacia la tierra, y sólo habrá angustia, oscuridad, desolación y tinieblas, espesa lobreguez. Mas no (por siempre) las tinieblas sobre el que está en angustia.


Dad gloria al Señor, vuestro Dios, antes que lleguen las tinieblas; antes que vuestros pies tropiecen por los montes tenebrosos; vosotros esperáis luz, pero él la cambiará en noche, la convertirá en tinieblas.


Y pude oír lo que les dijo: 'Recorred la ciudad detrás de él y herid. No se compadezcan vuestros ojos ni tengáis piedad.


¡Día de oscuridad y de tiniebla, día de nubes y de niebla espesa! Como de monte en monte va la aurora; avanza un pueblo numeroso y fuerte, como jamás ha existido y como no habrá más en los años lejanos.


Ante él devora un fuego, detrás de él una llama abrasa. Si antes de su llegada era el país un jardín del Edén, después que pase será un desierto desolado; nada escapará a su furor.


Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos.


¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿De qué os servirá el día del Señor? Será tinieblas y no luz.


Las gentes de Jacob serán fuego, las de José una llama, y los de Esaú paja, que será devorada por el fuego y la llama. No quedará un superviviente de Esaú. El Señor lo ha dicho.


La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.


Porque el hijo insulta al padre, la hija se alza contra su madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son sus mismos familiares.


Pues no volveré yo a tener compasión de los habitantes de la tierra, palabra del Señor. Voy a entregar a cada hombre en manos de su prójimo y en manos de su rey. Ellos devastarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos.


Y dije: No os apacentaré más; la que haya de morir muera, y la que haya de perecer perezca, y las que queden que se coman unas a otras.


Desde el mediodía se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde.


El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor grande y glorioso.


Dios no perdonó a los ángeles pecadores, sino que los arrojó al infierno, y los encerró en las prisiones tenebrosas en espera del juicio;


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