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Isaías 51:9 - Biblia Martin Nieto

9 ¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón?

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Biblia Reina Valera 1960

9 Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¡Despierta, oh Señor, despierta! ¡Vístete de fuerza! ¡Mueve tu poderoso brazo derecho! Levántate como en los días de antaño, cuando mataste a Egipto, al dragón del Nilo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¡Despiértate, despiértate con toda tu fuerza, brazo de Yavé! Despiértate como pasó antes, en los tiempos antiguos. ¿No eres tú quien destrozó a Rahab y traspasó al dragón?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡Despierta, despierta, vístete de fuerza, oh brazo de YHVH! ¡Despiértate, como en los días de antaño, Como en las generaciones antiguas! ¿No eres Tú el mismo que tajaste a Rahab,° Y el que traspasó al monstruo marino?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¡Despierta, despierta, vístete de fuerza, brazo de Yahveh! ¡Despierta como en los días de antaño, como en las generaciones antiguas! ¿No fuiste tú quien hendió a Ráhab, quien traspasó al dragón?

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Isaías 51:9
40 Tagairtí Cros  

Con su poder arranca el mar, con su inteligencia quebranta a Rahab.


Dios no retira su furor, bajo él se inclinan los satélites de Rahab.


tú les harás volver la espalda en cuanto vean que les apuntas con el arco.


Al maestro de coro. Maskil de los hijos de Coré


Oh Dios, hemos oído con nuestros oídos, nos han contado nuestros padres la obra que en sus días hiciste, en los días antiguos, con tu propia mano.


Por tu causa nos asesinan sin cesar, nos tratan como ovejas para el matadero.


Despierta ya. ¿Por qué duermes, Señor? Levántate, no nos rechaces para siempre.


Mira que acechan a mi vida, poderosos conspiran contra mí;


que el enemigo me persiga y que me alcance, que me estrelle vivo contra el suelo y esparza mis entrañas en el polvo.


no me dejas ni pegar el ojo, estoy aturdido y no sé qué decir;


Se despertó el Señor como de un sueño, cual gigante vencido por el vino;


Entre los que me conocen citaré a Egipto y Babilonia, Filistea, Tiro y Etiopía: allí nacieron todos.


Tú dominas el mar embravecido, tú aplacas sus olas encrespadas;


tú atravesaste y destrozaste el cadáver de Rahab, dispersaste a tus enemigos con tu potente brazo.


El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá;


Di a los israelitas: Yo soy el Señor; yo os libertaré de la opresión de los egipcios; os libraré de su esclavitud y os rescataré con gran poder y haciendo justicia.


Aquel día el Señor castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente huidiza; a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.


El apoyo de Egipto será vano y vacío; por eso yo le llamo el monstruo perezoso.


Despierta, despierta, levántate, Jerusalén; tú que has bebido de la mano del Señor la copa de su cólera; el cáliz del vértigo lo has bebido hasta las heces.


Haré que llegue de repente mi justicia, mi salvación surgirá como la luz. Mi brazo va a juzgar a los pueblos. En mí esperan las islas, y en mi brazo confían.


Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; ponte tus vestidos más espléndidos, Jerusalén, ciudad santa. Pues ya no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro.


El Señor desnuda su brazo santo ante los ojos de todos los pueblos, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.


¿Quién creerá lo que oímos decir? ¿A quién se ha manifestado el poder del Señor?


El Señor lo ha jurado por su diestra, por su potente brazo: No daré más tu grano como alimento a tus enemigos, ni extranjeros beberán más tu vino por el que te afanaste,


Diles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de tus ríos, tú que has dicho: Mis Nilos son míos, yo me los he hecho.


Y como cuando los sacaste de Egipto, haznos ver tus prodigios.


¡Ay de quien dice al leño: 'Despierta'!; a la piedra muda: '¡Levántate!'. ¡Éste es el oráculo! Sí, cubierta está de oro y plata, pero no tiene soplo alguno de vida.


Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca.


Atravesarán el mar de Egipto -él herirá las olas del mar-, se secarán las profundidades del Nilo. El orgullo de Asiria será humillado, y el cetro de Egipto será quitado.


Yo levantaré mi mano contra ellas, y serán presa de los que eran sus esclavos. Entonces sabréis que el Señor omnipotente me ha enviado.


Ha desplegado la fuerza de su brazo, / ha destruido los planes de los soberbios, /


Así se cumplió lo que dijo Isaías: Señor, ¿quién ha creído en nuestra doctrina? ¿A quién se ha manifestado el poder del Señor?


pero añadió: Yo juzgaré a la nación que los esclavice; y después de esto saldrán y me adorarán en este lugar.


¿Ha habido un dios que haya ido a buscar una nación en medio de otra a fuerza de tantas pruebas, milagros y prodigios, de violencia, con mano fuerte y brazo poderoso, en medio de tremendas hazañas, como las hizo el Señor, vuestro Dios, por vosotros en Egipto, como todos habéis visto?


diciendo: Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es, el que era, porque has tomado posesión de tu gran poder y has entrado en tu reino.


Y fue precipitado a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama 'Diablo' y 'Satanás', el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él.


Gedeón le respondió: 'Por favor, mi Señor; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos cuentan nuestros padres diciendo: No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado al poder de los madianitas'.


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