Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Isaías 50:4 - Biblia Martin Nieto

4 El Señor Dios me ha dado una lengua de experto para que yo sepa responder al cansado. Cada mañana me despierta el oído para escuchar como un discípulo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 El Señor Soberano me ha dado sus palabras de sabiduría, para que yo sepa consolar a los fatigados. Mañana tras mañana me despierta y me abre el entendimiento a su voluntad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El Señor Yavé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en mi boca las palabras para fortalecer al que está aburrido. A la mañana él despierta mi mente y lo escucho como lo hacen los discípulos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Adonay YHVH me dio lengua de sabios,° Para saber sustentar con palabras al cansado. Cada mañana me despierta, Cada mañana despierta mi oído, para que escuche como discípulo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 El Señor Yahveh me ha dado lengua de discípulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta mañana tras mañana, para que escuche como los discípulos.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 50:4
31 Tagairtí Cros  

Han sostenido tus palabras al que vacilaba, has fortalecido al que doblaba la rodilla.


Me levanto al alba para pedirte ayuda, espero en tus palabras;


Hazme sentir tu amor por la mañana, pues confío en ti; enséñame el camino que tengo que seguir, pues me dirijo a ti;


Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído,


Mi corazón rebosa de palabras bellas, voy a recitar mis versos en honor del rey, mi lengua es como la pluma de un escritor experto.


oye la voz de mi lamento, Rey mío y Dios mío.


¿se conocerán en las tinieblas tus milagros y en el país del olvido tu justicia?


La angustia deprime el corazón del hombre, pero una buena palabra le alegra.


Manzanas de oro sobre una fuente de plata, tal es la palabra dicha a su debido tiempo.


os alcanzará siempre que pase. Y pasará mañana tras mañana, de día y de noche; y sólo habrá terror al conocer la noticia.


¿A quién va a enseñar la lección? ¿A quién quiere explicar sus sermones? ¡A los niños apenas destetados, a los recién apartados del pecho!


Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se abrirán.


Él reanima al cansado y reconforta al débil.


El que de vosotros tema al Señor y escuche la voz de su siervo, el que camine en tinieblas, sin ver ninguna claridad, confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios.


Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.


Enrolla el testimonio, sella la ley en el corazón de mis discípulos.


El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: 'Yo pongo mis palabras en tu boca.


Porque yo daré de beber a los sedientos y saciaré a los que se mueren de hambre.


Todos los días ofrecerá en holocausto al Señor un cordero de un año sin defecto; lo ofrecerá cada mañana.


Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré.


Se fue a su tierra y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente, asombrada, decía: '¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos prodigios?


Nadie podía responderle; y desde aquel día nadie se atrevió a preguntarle.


pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.


Todos daban su aprobación y, admirados de las palabras tan hermosas que salían de su boca, decían: '¿No es éste el hijo de José?'.


Los guardias respondieron: 'Nadie habló jamás como habla este hombre'.


Yo les suscitaré de en medio de sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí