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Isaías 42:6 - Biblia Martin Nieto

6 Yo, el Señor, te he llamado para la justicia, te he tomado de la mano y te he formado, te he puesto como alianza del pueblo y luz de las naciones,

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Biblia Reina Valera 1960

6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 «Yo, el Señor, te he llamado para manifestar mi justicia. Te tomaré de la mano y te protegeré, y te daré a mi pueblo, los israelitas, como símbolo de mi pacto con ellos. Y serás una luz para guiar a las naciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Yo, Yavé, te he llamado para cumplir mi justicia, te he formado y tomado de la mano, te he destinado para que unas a mi pueblo y seas luz para todas las naciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Yo, YHVH, te he llamado para la justicia, Te he tomado de la mano, te he formado,° Y te pondré por alianza° del pueblo, Y por luz de los gentiles,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Yo, Yahveh, te llamé en justicia, te tomo de la mano, te formo y te destino para alianza del pueblo, para luz de las naciones,

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Isaías 42:6
36 Tagairtí Cros  

Su ánimo es firme y mantiene la paz, porque confía en ti.


Yo, el Señor, soy su guardián; en todo instante la riego para que no caiga su follaje; de día y de noche la guardo.


He aquí que un rey reinará con justicia y príncipes gobernarán según derecho.


Pues yo, el Señor, tu Dios, te cojo de la diestra y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte.


¿Quién ha suscitado del Oriente a aquel que apela a la justicia a cada paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete los reyes? Su espada los reduce a polvo, su arco los dispersa como paja.


Aquí está mi siervo a quien protejo; mi elegido, en quien mi alma se complace. He puesto en él mi espíritu, para que traiga la justicia a las naciones.


Pero ahora esto dice el Señor, tu creador, Jacob, aquel que te formó, Israel: No temas, pues yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres.


Esto dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien yo tomé de la mano para someter a las naciones y desatar las cinturas de los reyes; para abrir puertas ante él sin dejar que se cierren:


Yo le he suscitado para la victoria, y he allanado todos sus caminos; él reconstruirá mi ciudad y repatriará a mis deportados sin precio ni soborno -dice el Señor todopoderoso-.


y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra.


Esto dice el Señor: En el tiempo de la gracia te he atendido, el día de la salvación te he ayudado, te he formado y te he puesto como alianza del pueblo para reconstruir el país, para repartir heredades devastadas


Y si aprenden bien los caminos de mi pueblo, si aprenden a jurar en mi nombre: '¡Vive Dios!', como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo.


porque ésta es mi sangre, la sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos para remisión de los pecados.


luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel'.


Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.


Así nos lo mandó el Señor: Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves la salvación hasta el fin de la tierra'.


que el Mesías tenía que padecer; que sería el primero en resucitar de entre los muertos, y así anunciaría la luz tanto al pueblo como a los paganos'. Juicio de Festo y Agripa.


Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en él. Por eso, cuando glorificamos a Dios, decimos 'amén' por Jesucristo.


a Jesús, mediador de una alianza nueva, que nos roció con una sangre, que habla más elocuentemente que la de Abel.


El Dios de la paz, que por la sangre de la alianza eterna resucitó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesucristo,


y a quien Abrahán dio la décima parte de todo;


Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos;


Pero ahora Cristo ha obtenido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la cual es mediador y más ventajosas las promesas sobre las que está fundada.


Por eso es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida.


Vosotros, por el contrario, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para anunciar las grandezas del que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa,


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