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Isaías 41:29 - Biblia Martin Nieto

29 Todos juntos son nada, nulidad son sus obras, aire y vacío sus ídolos.

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Biblia Reina Valera 1960

29 He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes fundidas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Como ven, todos son objetos necios y sin ningún valor; sus ídolos son tan vacíos como el viento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Pues todos ellos no valen nada, nada son sus obras y sus ídolos, puro aire y vacío.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¡He aquí todos ellos son vanidad, Todas sus obras, nada son, Viento y vacuidad son sus imágenes fundidas!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Mirad: son nada todos ellos, son nulidad sus obras, viento y vacío sus estatuas.

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Isaías 41:29
16 Tagairtí Cros  

Pues los dioses de los otros pueblos no son nada, mientras que el Señor hizo los cielos;


Ya no mirará más a los altares, obra de sus manos, ni contemplará lo que sus dedos hicieron: los troncos sagrados y las estelas del sol.


Su país está lleno de ídolos: ellos se postran ante la obra de sus manos, ante la hechura de sus dedos.


han arrojado al fuego a sus dioses, porque no eran dioses, sino obras de manos humanas, madera y piedra; por esto han podido destruirlos.


Pero no, que no sois nada; nada son vuestras obras, y aborrecible quien os elige.


Lo cargan a hombros, lo llevan, lo ponen en su sitio, y allí se está quieto. No se mueve de su sitio. A gritos le invocan y no responde, a nadie salva de la angustia.


¿Hay acaso entre los ídolos de las gentes quien pueda hacer llover? ¿Son los cielos los que dan la lluvia? ¿No eres tú solo, Señor? ¡Oh Dios nuestro, en ti esperamos, porque eres tú quien hace todo esto!'.


Y los profetas no son más que el viento, la palabra en ellos no se alberga'.


¿De qué sirve una escultura esculpida por el artista, una imagen fundida, oráculo engañoso, para que el que lo ha hecho ponga en ellos su confianza, fabricando ídolos mudos?


Pues los ídolos dan respuestas vanas, los adivinos anuncian mentiras, cuentan sueños fantásticos y dan consolaciones ilusorias. Por eso el pueblo anda errante y perdido como un rebaño sin pastor.


Y los cinco hombres que habían ido a explorar el país entraron, se apoderaron de la imagen tallada y chapeada, el efod y los ídolos familiares, mientras que el sacerdote estaba a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados.


No os apartéis de él para servir a cosas vanas, que no ayudan y no salvan, porque son cosas vanas.


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