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Isaías 36:4 - Biblia Martin Nieto

4 El general les dijo: Decid a Ezequías: 'Esto dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿Qué esperanza es esa que mantienes?

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Biblia Reina Valera 1960

4 a los cuales dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Entonces el jefe del Estado Mayor del rey asirio les dijo que le transmitieran a Ezequías el siguiente mensaje: «El gran rey de Asiria dice: ¿En qué confías que te da tanta seguridad?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El general les dijo: 'Transmitan este recado a Ezequías. Así habla el rey de Asur: ¿En qué pones tu confianza? ¿Acaso crees que para hacer la guerra algunas declaraciones reemplazan a la sabiduría y a la fuerza?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y les dijo Rabsaces: Decid a Ezequías: Así afirma el gran rey, el rey de Asiria: ¿En qué fundas tu confianza?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 El copero mayor les dijo: 'Decid a Ezequías: así habla el gran rey, el rey de Asiria: ¿En qué se basa tu confianza?

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Isaías 36:4
17 Tagairtí Cros  

El rey de Asiria mandó desde Laquis a un general en jefe, al jefe de los eunucos y al copero mayor, a Jerusalén, al rey Ezequías. Cuando llegaron a Jerusalén, se detuvieron junto al canal de la alberca superior, que está en el camino del campo del Batanero.


Puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; ni antes ni después hubo un rey como él en Judá.


'Así debéis hablar a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios, en quien confías, diciéndote que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria.


Quiero decir a Dios, mi roca: '¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué he de andar triste, bajo la opresión de mi enemigo?'.


mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿cuándo podré ir a ver el rostro del Señor?


El preludio de la ruina es el orgullo; el preludio de la caída, el espíritu altanero.


¿Cómo os atrevéis a decir: 'Somos unos héroes, soldados valientes en el combate'?


La sentencia contra Nabucodonosor se ejecutó inmediatamente: fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves.


Son murmuradores, descontentos, que viven conforme a sus pasiones; su boca profiere fanfarronadas, adulando a las personas con vistas a su propio interés.


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