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Isaías 35:3 - Biblia Martin Nieto

3 ¡Fortaleced las manos lánguidas, afirmad las rodillas vacilantes!

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Biblia Reina Valera 1960

3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos, y animen a los que tienen débiles las rodillas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas que se doblan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Fortaleced las manos cansadas, Afirmad las rodillas endebles,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fortaleced las manos débiles, las rodillas vacilantes afirmad.

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Isaías 35:3
16 Tagairtí Cros  

Y todos sus vecinos les proporcionaron toda clase de recursos: plata, oro, bienes, ganado, objetos preciosos, además de otras ofrendas voluntarias.


Podría confortaros con mi boca, no ahorraría el consuelo de mis labios.


Como se le cansaban los brazos a Moisés, tomaron una piedra y se la pusieron debajo. Él se sentó encima, y Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De este modo los brazos de Moisés se sostuvieron en alto hasta la puesta del sol.


Entonces aquel personaje de aspecto humano me tocó de nuevo y me reanimó.


Aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión, no decaigan tus manos.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'Cobrad ánimo los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que fueron echados los cimientos del templo del Señor todopoderoso para reconstruir el santuario.


pero yo he rogado por ti para que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando te arrepientas, confirma a tus hermanos'.


Y se le apareció un ángel del cielo reconfortándolo.


Allí estuvo algún tiempo y recorrió nuevamente la región de Galacia y Frigia, alentando a todos los discípulos.


Por lo cual, enderezad vuestras manos abatidas y vuestras rodillas debilitadas,


escucha lo que ellos dicen; después de esto cobrarás más ánimo y caerás sobre el campamento'. Bajó él con su siervo Furá hasta los últimos puestos de los hombres armados del campamento.


le dijo: 'No tengas miedo, porque la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Mi padre, Saúl, lo sabe muy bien'.


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