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Isaías 17:10 - Biblia Martin Nieto

10 Porque has olvidado al Dios de tu salvación y no te acordaste de la roca de tu refugio, por eso has plantado huertos de delicias, y siembras en ellos semilla extranjera.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¿Por qué? Porque te has apartado del Dios que puede salvarte. Te has olvidado de la Roca que puede esconderte. Así que tal vez plantes las mejores vides e importes los tallos más costosos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Porque olvidaste a Dios que te salva, y no te acordaste de la Roca que te protege. Pues bien, si plantas plantas tempraneras y cultivas patillas traídas del extranjero,

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pues olvidaste a Dios tu Salvador, Y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por ello, aunque siembres plantas deleitosas, E injertes vides importadas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque olvidaste al Dios de tu salvación, no recordaste la roca de tu refugio. Por eso plantas plantaciones placenteras, amugronas mugrones extranjeros:

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Isaías 17:10
48 Tagairtí Cros  

Decid: '¡Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra!; reúnenos y sácanos de en medio de las gentes, para que podamos glorificar tu nombre y nosotros mismos nos gloriemos en tu alabanza.


Pero pronto se olvidaron de sus obras y no supieron esperar en sus designios:


olvidaron a Dios, su libertador, al autor de prodigios en Egipto,


A ti, Señor, me acojo; que jamás quede yo defraudado; libérame, pues tú eres justo;


Dichoso el que tú eliges y llamas junto a ti para que habite en tus atrios; nosotros nos saciaremos de los bienes de tu casa, de las cosas de tu santo templo.


Ayúdanos, oh Dios, salvador nuestro, por la gloria de tu nombre; líbranos, perdona nuestros pecados, por el honor de tu nombre.


has puesto fin a tu furor y has desistido de tu ardiente ira.


el Señor se ha dado a conocer, ha hecho justicia, ha enredado al malvado en la obra de sus manos.


Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.


Aquel día tus ciudades quedarán desiertas como las de los heveos y amorreos, que fueron abandonadas ante los israelitas; se convertirán en un desierto.


Pues antes de la vendimia, pasada la floración, cuando la flor se hace uva que madura, entonces cortará los sarmientos con la podadera, arrancará y tirará los pámpanos.


porque tú eres un refugio para el desvalido, un refugio para el pobre en su angustia, abrigo contra el aguacero, sombra contra el calor; pues el soplo de los tiranos es como la lluvia que azota la pared,


Confiad en el Señor incesantemente, porque el Señor es la roca eterna.


Vosotros entonces entonaréis cantares como en una noche de fiesta, con la alegría en el corazón, como la del que anda al son de la flauta camino del monte del Señor, de la roca de Israel.


¡Señor, ten piedad de nosotros, que esperamos en ti! Sé nuestra fuerza a la mañana, nuestra salud en tiempo de aflicción.


No os asustéis, no temáis. ¿No os lo di a conocer y os lo anuncié yo hace mucho? Vosotros sois testigos: ¿Hay dios fuera de mí o raza alguna? ¡Yo no lo conozco!


¿Vas a olvidar al Señor tu creador, que desplegó los cielos y fundó la tierra, para temblar sin cesar todo el día ante la furia del opresor, que se dispone a perderte? Pero, ¿dónde está la furia del opresor?


Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas.


He aquí lo que el Señor pregona hasta el extremo de la tierra: Decid a la hija de Sión: Mira, ya viene tu salvador, vienen con él su recompensa y sus trofeos le preceden.


Sembraron trigo y recogen espinas; se han fatigado sin provecho. Les dan vergüenza sus cosechas, por el furor de la ira del Señor.


¡Oh esperanza de Israel, Señor, todos los que te abandonan serán cubiertos de vergüenza; los que se apartan de ti, serán condenados, porque abandonaron al Señor, la fuente de agua viva!


¿Puede una joven olvidarse de sus joyas, una novia de su cinturón? Pues mi pueblo me ha olvidado a mí hace ya mucho tiempo.


Un grito se deja oír en los collados; llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han perdido su camino, han olvidado al Señor, su Dios.


En ti se acepta soborno para derramar sangre; aceptas usura e interés, despojas con violencia a tu prójimo y te has olvidado de mí, dice el Señor Dios.


Porque esto dice el Señor Dios: Puesto que me has abandonado y me has echado a tus espaldas, carga tú también con tu desvergüenza y tus prostituciones'.


Mi pueblo será reducido al silencio por falta de ciencia; tú has rechazado el saber, y yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; has olvidado la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


Israel, olvidando a su hacedor, se ha edificado palacios, y Judá ha multiplicado las ciudades fuertes. Pero yo prenderé fuego a sus ciudades, que devorará sus palacios.


Se ha podrido la semilla en los surcos, los silos están en ruinas y los graneros vacíos, pues no ha habido cosecha.


yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas.


Se empleará en vano vuestra fuerza, pues la tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán sus frutos.


Pues bien, porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano, casas de piedra labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino.


Pero yo me alegraré en el Señor; me gozaré en Dios, mi salvador.


Sus riquezas serán saqueadas, sus casas derribadas; si construyeron casas, no las habitarán; si plantaron viñas, no beberán su vino.


Te casarás con una mujer, y otro la poseerá; construirás una casa, y no la habitarás; plantarás una viña, y no la vendimiarás.


Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.


Te olvidaste de la roca / que te engendró, / ya no te acuerdas del Dios que te dio a luz.


Pero su roca no es como nuestra roca, / lo saben bien nuestros mismos enemigos;


Él es la roca, sus obras son perfectas, / todos sus caminos son la justicia misma; / el Dios fiel, en él no hay maldad; es justo y recto.


no te olvides del Señor que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud.


Guárdate bien de olvidarte del Señor, tu Dios, descuidando sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, que yo te prescribo hoy.


no te ensoberbezcas en tu corazón ni te olvides del Señor, tu Dios, que te ha sacado de Egipto, de la casa de la esclavitud;


Pero si te olvidas del Señor, tu Dios, para irte tras otros dioses, dándoles culto y postrándote ante ellos, yo os aseguro que seréis completamente destruidos.


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