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Hechos 24:25 - Biblia Martin Nieto

25 Cuando él hablaba de la justicia, la continencia y el juicio futuro, Félix, aterrorizado, dijo: 'Por ahora vete; te llamaré en ocasión oportuna'.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Al razonar Pablo con ellos acerca de la justicia, el control propio y el día de juicio que vendrá, Félix se llenó de miedo. «Vete por ahora —le dijo—. Cuando sea más conveniente, volveré a llamarte».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Pero cuando habló de la justicia, del dominio de los instintos y del juicio futuro, Félix se asustó y le dijo: 'Por ahora puedes irte; te llamaré en otra oportunidad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Pero al disertar él sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix se llenó de temor y le dijo: ¡Vete por ahora! Cuando tenga un tiempo conveniente, te enviaré a llamar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Pero cuando Pablo tocó el tema de la justicia y de la continencia y del juicio venidero, Félix, atemorizado, interrumpió: 'Por ahora, basta. Cuando tenga ocasión propicia, te llamaré'.

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Hechos 24:25
99 Tagairtí Cros  

El Dios de Jacob ha hablado, la roca de Israel me ha dicho: el que gobierna a los hombres con justicia, el que gobierna con temor de Dios,


Cuando Ajab oyó aquellas palabras, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ayunó. Se acostaba con el cilicio y andaba muy afligido.


Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado delante del Señor al oír las palabras con que él ha amenazado a este lugar y a sus habitantes, el terror y la maldición, y haber llorado delante de mí, yo también te he escuchado, dice el Señor.


Hagamos ahora con nuestro Dios un pacto de despedir a todas estas mujeres extranjeras y a los hijos que hemos tenido con ellas, si así te parece a ti y a los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios; que se cumpla la ley.


A los tres días, se reunieron en Jerusalén todos los hombres de Judá y Benjamín. Era el día veinte del mes noveno. Todo el pueblo se situó en la plaza del templo de Dios, temblando por la gravedad del caso y porque llovía copiosamente.


De justicia me había vestido y ella me cubría, la justicia era mi manto y mi turbante.


El Señor es justo y ama la justicia, los justos contemplarán su rostro.


ante ti se estremece mi cuerpo de terror, tengo miedo de tus decisiones.


Tu trono, oh Dios, dura eternamente; el cetro de tu reino es cetro de justicia.


que gobierne a tu pueblo con justicia y juzgue a tus oprimidos según derecho.


El Señor es rey, tiemblen las naciones; se sienta sobre querubines, vacile la tierra.


El rey debe odiar la injusticia, porque el trono está establecido en la justicia.


Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas.


Dios nos pedirá cuentas de todas nuestras acciones, buenas o malas, aun de las que hayamos hecho en secreto.


El interés del país está antes que todo; y el rey debe estar al servicio del campo.


Venid, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; si fueren rojos cual la púrpura, se volverán como la lana.


¡Cómo se ha prostituido la ciudad fiel, Sión, tan llena de justicia! Moraba en ella el derecho; ¡ahora, en cambio, asesinos!


Entonces el trono se afincará en la bondad; en él se sentará con fidelidad bajo la tienda de David un juez amante del derecho y celador de la justicia.


Temblad, despreocupadas; estremeceos, confiadas; despojaos, desnudaos, ceñíos la cintura,


Presentad vuestra causa, dice el Señor; aportad vuestras pruebas, dice el rey de Jacob.


Buscad al Señor mientras puede ser hallado; clamad a él mientras está cerca.


Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno.


Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.


Esto dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia y librad al oprimido de las manos del explotador; no maltratéis al extranjero, al huérfano y a la viuda; no los hagáis violencia, ni derraméis sangre inocente en este lugar.


¿No es mi palabra como el fuego, como el martillo que deshace la roca?


Al oír aquellas palabras, se miraron unos a otros espantados y dijeron a Baruc: 'Tenemos que comunicar sin falta al rey todo esto'.


Esto dice el Señor Dios: ¡Ya tenéis bastante, príncipes de Israel! Desistid de la violencia y la rapiña, practicad el derecho y la justicia, quitad las confiscaciones de mi pueblo, dice el Señor Dios.


Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán; unos para la vida eterna, otros para la vergüenza y la ignominia perpetua.


el rey se decía: '¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para residencia real con mi inmenso poder y para gloria de mi majestad?'.


Aquella misma noche Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado.


Sembrad simiente de justicia, recoged cosecha de amor, cultivad vuestro barbecho: ya es tiempo de buscar al Señor para que venga y os enseñe la justicia.


Palabras y palabras, vanos juramentos, pactos que hacen; la justicia brota como planta venenosa en los surcos del campo.


En el día de nuestro rey los jefes se aturdieron con el vapor del vino, y él tendió la mano a los criminales.


Quiero que el derecho fluya como el agua, y la justicia como torrente perenne.


¿Acaso los caballos corren por la roca o se ara con buey el mar? Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y el fruto de la injusticia en ajenjo.


He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'Este pueblo dice: ¡Todavía no ha llegado el tiempo de edificar el templo del Señor!'.


Pero ellos no hicieron caso y se fueron, unos a su campo y otros a su negocio;


Cuando él venga demostrará al mundo en qué está el pecado, la justicia y la condena.


y nos encargó predicar al pueblo y proclamar que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos.


Cuando los judíos de Tesalónica supieron que Pablo anunciaba también en Berea la palabra de Dios, fueron allá para agitar y alborotar a la plebe.


Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras,


Al oír hablar de la resurrección de los muertos, unos se burlaban y otros dijeron: 'Te oiremos sobre esto otra vez'.


Al oírle, se conmovieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: '¿Qué debemos hacer, hermanos?'.


teniendo en Dios la esperanza que estos mismos tienen de que habrá resurrección, tanto de justos como de injustos.


Esperaba al mismo tiempo que Pablo le diese dinero. Por eso lo llamaba con frecuencia y conversaba con él.


Agripa dijo a Pablo: 'Por poco me persuades a hacerme cristiano'.


Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer'.


Hermanos, os ruego, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios; éste es el culto que debéis ofrecer.


Por lo tanto, cada uno de nosotros tiene que dar cuenta a Dios de sí mismo.


como se verá el día en que juzgue Dios los secretos del hombre, por medio de Jesucristo y según el evangelio que yo predico. Los judíos que violan la ley tienen mayor culpa.


Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.


pues todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba lo que mereció durante su vida mortal, conforme a lo que hizo, bueno o malo.


Porque él dice: En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salvación te ayudé. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación.


Pero, según la Escritura, todo el mundo está bajo el pecado, para que la promesa de Dios se cumpla en los creyentes por la fe en Jesucristo.


mansedumbre, continencia; contra estas cosas no hay ley.


Yo te conjuro ante Dios y ante Jesucristo, que ha de venir como rey a juzgar a los vivos y a los muertos:


al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, prudente, justo, religioso, con dominio de sí mismo,


Y el espectáculo era tan terrible que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando.


Más bien, animaos mutuamente cada día mientras dura este 'hoy', de modo que ninguno de vosotros se endurezca por la seducción del pecado.


Mientras sigue en vigor la promesa de entrar en su descanso, hay que tener mucho cuidado, no sea que alguno de vosotros no lo consiga.


de la doctrina sobre los bautismos y la imposición de las manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.


Y del mismo modo que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después haya un juicio,


¿Tú crees que hay un solo Dios? Muy bien. Los demonios lo creen también, y tiemblan.


Glorificad en vuestros corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a contestar a todo el que os pida razón de vuestra esperanza;


a la virtud ciencia, a la ciencia templanza, a la templanza paciencia, a la paciencia piedad,


En esto se distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es de Dios, ni el que no ama a su hermano.


Hijos míos, que no os engañe nadie. El que practica la justicia es justo como él es justo;


Ahora, acercaos. Quiero juzgaros ante el Señor y recordaros los beneficios que os ha hecho a vosotros y a vuestros padres.


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