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Ezequiel 13:10 - Biblia Martin Nieto

10 Porque han engañado a mi pueblo asegurándole: ¡Paz!, cuando no había paz, y mientras el pueblo construye un muro ellos lo recubren de argamasa,

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Biblia Reina Valera 1960

10 Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Esto ocurrirá porque estos profetas malvados engañan a mi pueblo cuando dicen: “Todo está en paz”, ¡pero en realidad no hay paz en absoluto! Es como si el pueblo hubiera construido un muro frágil, ¡y estos profetas pretenden reforzarlo cubriéndolo con cal!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Esos profetas engañan a mi pueblo; dicen 'paz' cuando no hay paz; mi pueblo se construye un muro y ellos ponen el estuco.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Sí, por cuanto han hecho errar a mi pueblo, diciendo: ¡Paz!, cuando no hay paz; de manera que éste° edifica el muro, y otros° lo revocan con lodo suelto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Precisamente porque han engañado a mi pueblo diciendo: '¡Paz!', cuando no hay paz, y mientras él construye una tapia ahí están ellos revocándola con barro,

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Ezequiel 13:10
27 Tagairtí Cros  

Pero ellos no hicieron caso, y Manasés los descarrió, induciéndolos a hacer el mal, más aún que las gentes que el Señor había destruido ante los israelitas.


El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: 'Mira que los profetas, todos a una, profetizan éxito al rey; haz tú como ellos y profetiza triunfo'.


El justo es guía de su compañero, el camino de los delincuentes los extravía.


Dicen a los videntes: No tengáis visiones, y a los profetas: No profeticéis la verdad para nosotros: decidnos cosas seductoras, profetizad ilusiones;


No hay paz -dice mi Dios- para los malhechores.


Yo exclamé: '¡Ah, Señor Dios! Mira que los profetas les dicen: No veréis la espada ni sufriréis hambre, sino que os daré una paz segura en este lugar'.


Dicen a quienes desprecian la palabra del Señor: '¡Tendréis paz!', y a todos los que siguen el capricho de su corazón: '¡No os sobrevendrá ningún mal!'.


Me levanto contra los profetas que profetizan sueños mentirosos -dice el Señor- y, contándolos, desorientan a mi pueblo con sus mentiras y sus extravagancias. Yo no los he enviado ni les he confiado mis órdenes, y ellos no sirven de nada a este pueblo -dice el Señor-.


Un profeta que profetiza la paz será reconocido por verdadero profeta mandado por el Señor si se realiza todo lo que ha profetizado'.


Y dirán: '¡Ah, Señor Dios, cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciéndole: Tendréis paz, cuando la espada se ha clavado hasta el alma!'.


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Rebaño perdido era mi pueblo; sus pastores lo extraviaban, le hacían vagar por las montañas; de monte en colina caminaba, olvidando su aprisco.


Curan ellos la herida de su pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz, paz! siendo así que no hay paz.


Intentan ellos curar la herida de mi pueblo insensatamente diciendo: ¡Paz, paz!, siendo así que no hay paz.


Esperábamos la paz, y no ha llegado bien alguno; el tiempo de la curación, y he aquí el terror.


esto es, los profetas de Israel que profetizaban sobre Jerusalén y tenían para ella visiones de paz, no habiendo paz', dice el Señor Dios.


Y sus profetas los recubren de argamasa, adulándolos con visiones vanas y oráculos mentirosos, diciendo: Esto dice el Señor Dios, cuando el Señor no ha hablado.


Llegará la angustia y buscarán paz, pero no la tendrán.


Ha llegado la hora del castigo, ha llegado la hora de la paga merecida; que lo sea Israel: el profeta es un necio, un loco el hombre inspirado, por tu gran crimen, por tu gran rebelión.


Si hubiera un hombre que persiguiera el viento y fraguara esta mentira: 'Yo te profetizo vino y licor', éste sería el profeta digno de este pueblo.


Por eso llamamos felices a los orgullosos, que, aun haciendo el mal, progresan, provocan a Dios y quedan sin castigo'.


Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.


El Espíritu claramente dice que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, dando oídos a espíritus seductores y enseñanzas diabólicas,


Los hombres malvados irán de mal en peor; engañarán y serán engañados.


Os he escrito esto acerca de los que quieren seduciros.


Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos.


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