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Ezequiel 1:1 - Biblia Martin Nieto

1 El año treinta, el mes cuarto, el día cinco del mes, me encontraba yo entre los deportados junto al río Quebar, cuando se abrieron los cielos y contemplé visiones divinas.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El 31 de julio de mis treinta años de vida, me encontraba con los judíos en el destierro, junto al río Quebar, en Babilonia, cuando se abrieron los cielos y tuve visiones de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El año treinta, el día quinto del cuarto mes, encontrándome entre los desterrados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 El año treinta,° el cuarto mes, a cinco días del mes, aconteció que estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos fueron abiertos y vi visiones de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El año treinta, el día cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al río Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.

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Ezequiel 1:1
39 Tagairtí Cros  

Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


Y Dios habló a Israel en una visión nocturna: '¡Jacob! ¡Jacob!'. Él respondió: 'Aquí estoy'.


Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión.


y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en claridad al mismo cielo.


Visión que Isaías, hijo de Amós, tuvo acerca de Judá y Jerusalén en los días de Ozías. Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.


El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en su trono elevado y excelso: la orla de su vestido llenaba el templo.


Me diréis: El Señor nos ha suscitado profetas en Babilonia.


fue dirigida la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar. Y allí el Señor puso su mano sobre él.


Miré y vi que sobre el firmamento que estaba encima de la cabeza de los querubines había como una piedra de zafiro, y sobre ellos aparecía algo así como un trono.


Y las cuatro ruedas tenían el mismo aspecto: parecía que estaban una dentro de otra.


Los querubines se levantaron. Era el mismo ser que yo había visto junto al río Quebar.


Aquellos seres eran los mismos que yo había visto debajo del Dios de Israel, junto al río Quebar, y comprendí que eran querubines.


Sus caras eran como aquellas que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno marchaba de frente.


Entonces el espíritu se levantó y me llevó en visión, en el espíritu de Dios, a Caldea, donde los deportados. Después desapareció de mí la visión que había contemplado.


Llegué a Tel-Abib, junto a los deportados que habitaban a lo largo del río Quebar, allí donde ellos habitaban, y permanecí como aturdido siete días en medio de ellos.


Me levanté, salí a la vega, y he aquí que la gloria del Señor estaba allí, como la había contemplado junto al río Quebar; yo caí rostro en tierra.


en visiones divinas, a la tierra de Israel. Me posó sobre un monte altísimo, en cuya cima parecía que estaba edificada una ciudad mirando al mediodía.


Esta visión era como la que había visto cuando vine para la destrucción de la ciudad y como la visión que tuve junto al río Quebar. Yo caí de bruces en el suelo,


Alargó una especie de mano, me agarró por los cabellos y el espíritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que da al norte, allí donde estaba situado el ídolo que provoca los celos.


Yo, el Señor, soy tu Dios desde el país de Egipto; te haré habitar de nuevo en tiendas, como en los días de nuestro encuentro.


El Señor les dijo: 'Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, yo me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños.


de treinta a cincuenta años, aptos para hacer su servicio en la tienda de la reunión.


Y mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: 'No contéis a nadie esta visión hasta que el hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos'.


Entonces Juan accedió a ello. Una vez bautizado, Jesús salió del agua; y en esto los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y posarse sobre él.


En el momento en que salía del agua, vio los cielos abiertos y al Espíritu Santo como una paloma bajando sobre él,


Después de bautizar Juan al pueblo y a Jesús, aconteció que, mientras Jesús estaba orando, se abrió el cielo,


Jesús, al comenzar, tenía unos treinta años, y se le tenía por hijo de José, de Helí,


Y añadió: 'Os aseguro que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el hijo del hombre'.


vio el cielo abierto y un objeto a modo de un gran lienzo, que colgado de las cuatro puntas descendía hacia la tierra;


Hacia las tres de la tarde tuvo una visión, en la que vio claramente al ángel de Dios, que se le presentó y le dijo: '¡Cornelio!'.


y dijo: 'Veo los cielos abiertos y al hijo del hombre de pie a la derecha de Dios'.


¿Hay que seguir presumiendo? Aunque no está bien, hablaré de las visiones y revelaciones del Señor.


Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con justicia.


Después de esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con sonido de trompeta, me dijo: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida'.


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