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Colosenses 2:11 - Biblia Martin Nieto

11 En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros apetitos carnales.

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Biblia Reina Valera 1960

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Cuando ustedes llegaron a Cristo, fueron «circuncidados», pero no mediante un procedimiento corporal. Cristo llevó a cabo una circuncisión espiritual, es decir, les quitó la naturaleza pecaminosa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 En Cristo recibieron una circuncisión no humana, no quirúrgica, que los despojó enteramente del cuerpo carnal. Esta 'circuncisión de Cristo'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 en quien también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha sin mano, desvistiéndoos enteramente del cuerpo° de la carne,° por medio de la circuncisión del Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 en el cual también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha a mano por despojo del cuerpo carnal, sino por la circuncisión de Cristo,

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Colosenses 2:11
22 Tagairtí Cros  

Circuncidaos para el Señor, quitad el prepucio de vuestro corazón, oh gentes de Judá, habitantes de Jerusalén, no sea que estalle mi furor como fuego y arda sin que haya quien lo apague por la maldad de vuestras obras'.


'Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo hecho por mano de hombre, y en tres días edificaré otro que no estará hecho por manos humanas'.


A los ocho días, cuando debían circuncidarlo, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.


El Dios que ha hecho el mundo y todo l que hay en él, siendo señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre.


Pero el altísimo no habita en obras hechas por manos de hombres, como dice el profeta:


sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios.


Sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;


¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?


Sabemos que si esta tienda en que habitamos en la tierra se destruye, tenemos otra casa, que es obra de Dios; una morada eterna en los cielos, no construida por mano de hombres.


De modo que, el que está en Cristo, es una criatura nueva; lo viejo ya pasó, y ha aparecido lo nuevo.


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.


debéis despojaros de vuestra vida pasada, del hombre viejo, corrompido por las concupiscencias engañosas,


Circuncidad vuestro corazón y no sigáis más con vuestra cabeza dura,


El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que le ames con todo tu corazón y toda tu alma, y así vivas.


La verdadera circuncisión somos nosotros, los que damos culto llevados del Espíritu de Dios y estamos orgullosos de Cristo Jesús, no poniendo nuestra confianza en algo humano,


Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;


Cristo, por el contrario, se presentó como sumo sacerdote de los bienes venideros, a través de un tabernáculo más santo y más perfecto, no hecho por mano de hombre, es decir, no de esta creación,


Porque Cristo no entró en un santuario hecho por mano de hombre, simple figura del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.


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