2 Samuel 21:3 - Biblia Martin Nieto

³ David dijo a los gabaonitas: '¿Qué debo yo hacer por vosotros y qué reparación tengo que hacer para que bendigáis la heredad del Señor?'.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³ Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, o qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová?

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ David les preguntó: —¿Qué puedo hacer por ustedes? ¿Cómo puedo compensarlos para que ustedes vuelvan a bendecir al pueblo del Señor?

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ y les dijo: '¿Qué tenemos que hacer como reparación para que ustedes bendigan la herencia de Yavé?'

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Dijo pues David a los gabaonitas: ¿Qué puedo hacer por vosotros, y con qué os haré compensación para que bendigáis la heredad de YHVH?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Dijo, pues, David a los gabaonitas: '¿Qué queréis que haga por vosotros? ¿Qué expiación puedo ofrecer para que vosotros bendigáis la heredad de Yahveh?'.

2 Samuel 21:3 Tagairtí Cros

2 Samuel 20:19

Nuestra ciudad es de las ciudades pacíficas, fieles e importantes de Israel, y tú intentas destruirla. ¿Por qué quieres destruir la heredad del Señor?'.

Éxodo 32:30

Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: 'Habéis cometido un gran pecado. Sin embargo, yo voy a subir al Señor; quizá alcance perdón para vuestro pecado'.

Levítico 1:4

Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, para que sea aceptada como expiación en favor suyo.

Jonás 1:11

Luego le dijeron: '¿Qué tenemos que hacer contigo para que el mar se calme?', pues el mar se embravecía cada vez más.

Hebreos 9:22

Por lo demás, según la ley, casi todo es purificado con la sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.

1 Samuel 2:25

Si peca un hombre contra otro hombre, Dios puede intervenir en su favor; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?'. Pero ellos no hicieron caso a su padre, porque el Señor había decidido que muriesen.

1 Samuel 26:19

Y ahora, que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños.