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2 Reyes 9:34 - Biblia Martin Nieto

34 Él entró, y después de haber comido y bebido, ordenó: 'Id a ver a esa maldita y sepultadla, porque es hija de reyes'.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Luego Jehú entró al palacio, comió y bebió. Después de un rato dijo: «Que alguien se encargue de enterrar a esa maldita mujer, porque era hija de un rey»;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Después Jehú entró, comió y bebió; luego dijo: 'Preocúpense de esa maldita y denle sepultura, pues es una hija de rey'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Cuando él hubo entrado, comió y bebió, y después dijo: ¡Ocupaos de esa maldita y sepultadla, pues es hija de un rey!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Entró él, y después de comer y beber, ordenó: 'Id a ver a esa maldita y enterradla, pues es hija de rey'.

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2 Reyes 9:34
10 Tagairtí Cros  

y, no bastándole imitar los pecados de Jeroboán, hijo de Nabat, tomó por esposa a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y sirvió y adoró a Baal.


Luego Elías dijo a Ajab: 'Sube, come y bebe, porque ya se percibe el ruido de lluvia torrencial'.


En verdad no hubo nadie que como Ajab se prestase a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, a lo cual le incitaba su esposa Jezabel,


y él les dijo: 'Tiradla abajo'. La tiraron, y su sangre salpicó la pared y a los caballos, que la pisotearon.


Fueron a sepultarla, pero no encontraron de ella más que el cráneo, los pies y las manos.


Los correos se aprestaron a cumplir el mandato del rey. El edicto fue promulgado también en la ciudad de Susa. Mientras el rey banqueteaba, en la ciudad de Susa reinaba la consternación. Ver El Decreto [Est_13,1- 7]


La memoria del justo es bendecida, y el nombre del injusto es maldecido.


Dejaréis vuestro nombre para que sirva de juramento a mis elegidos: ¡El Señor Dios te haga morir! Pero a mis siervos se les dará otro nombre.


Los que duermen sobre lechos de marfil, se recuestan sobre divanes, comen corderos del rebaño y terneros del establo.


Luego dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.


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