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2 Reyes 4:6 - Biblia Martin Nieto

6 Cuando las vasijas estaban ya llenas, dijo a uno de sus hijos: 'Tráeme otra vasija'. Pero él respondió: 'No hay más vasijas'. Y el aceite se terminó.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 ¡Pronto todas las jarras estaban llenas hasta el borde! —Tráeme otra jarra —le dijo a uno de sus hijos. —¡Ya no hay más! —le respondió. Al instante, el aceite de oliva dejó de fluir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Cuando los cántaros estuvieron llenos, dijo a su hijo: 'Pásame uno más'. Pero éste le dijo: 'Ya no hay más'. Y el aceite dejó de correr.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y sucedió que cuando las vasijas estaban llenas, dijo a un hijo suyo: Acércame otra vasija; y él le respondió: No hay ni una vasija más. Entonces cesó el aceite.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo ella a uno de sus hijos: 'Acércame otra vasija'. Pero él respondió: 'Ya no hay más'. Y entonces el aceite cesó.

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2 Reyes 4:6
12 Tagairtí Cros  

Porque esto dice el Señor, Dios de Israel: No se vaciará la tinaja de harina, ni la orza del aceite disminuirá hasta el día en que el Señor haga caer la lluvia sobre la faz de la tierra'.


Entonces el hombre de Dios se irritó contra él y dijo: 'Si hubieras golpeado cinco o seis veces, habrías derrotado a Siria hasta exterminarlo; pero ahora lo derrotarás sólo tres veces'.


Ella dejó a Eliseo, y se cerró en casa con sus hijos; éstos le presentaban las vasijas, y ella las llenaba.


Y no hizo allí muchos milagros por su falta de fe.


Todos comieron y se hartaron; y se recogieron doce canastos llenos de las sobras.


Comieron todos y se saciaron, y se recogieron siete espuertas de las sobras.


Entonces les tocó los ojos, diciendo: 'Hágase en vosotros según vuestra fe'. Y se les abrieron los ojos.


Toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que curaba a todos.


Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: 'Recoged los trozos sobrantes para que no se pierda nada'.


Desde ese momento el maná dejó de caer y los israelitas, desde aquel año, se alimentaron de los productos de la tierra de Canaán.


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