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2 Reyes 4:38 - Biblia Martin Nieto

38 Eliseo regresó a Guilgal. En el país había carestía. Y estando un día con él los discípulos de los profetas, dijo a su siervo: 'Pon la olla grande y cuece unas viandas para los discípulos de los profetas'.

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Biblia Reina Valera 1960

38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Eliseo regresó a Gilgal, y había hambre en la tierra. Cierto día, mientras un grupo de profetas estaba sentado frente a él, le dijo a su sirviente: «Pon una olla grande al fuego y prepara un guisado para el resto del grupo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Eliseo volvió a Guilgal; había hambruna en la región. Cuando los hermanos profetas estaban sentados a su lado, dijo a su sirviente: 'Toma la olla grande y prepara un caldo para los hermanos profetas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 Y Eliseo volvió a Gilgal. Había entonces hambre en la tierra, y los hijos de los profetas se sentaron delante de él, y dijo a su siervo: Prepara la olla grande y guisa un potaje para los hijos de los profetas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Volvió Eliseo a Guilgal. Había entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.

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2 Reyes 4:38
34 Tagairtí Cros  

Un día Jacob se había preparado un potaje, y Esaú volvía del campo; estaba agotado, y


En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas'.


Elías, el tesbita, de Tisbé, en Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive el Señor, Dios de Israel, a cuyo servicio estoy!: en estos dos años no habrá lluvia ni rocío, mientras yo no lo diga'.


Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en torbellino al cielo, Elías y Eliseo salieron de Guilgal.


Los discípulos de los profetas que había en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: '¿No sabes que el Señor va a llevarse a tu amo por encima de tu cabeza?'. Él contestó: 'También yo lo sé; callad'.


Una mujer, esposa de un discípulo de los profetas, fue a lamentarse a Eliseo: 'Mi marido ha muerto. Tú bien sabes que tu siervo era temeroso del Señor. Pues bien, el acreedor ha venido a llevarse mis dos hijos como esclavos'.


Uno de ellos salió al campo a recoger verduras, y habiendo encontrado una especie de cepa silvestre, recogió de ella los frutos hasta llenar su capa. Llegó a casa y los picó en la olla de las viandas, sin saber lo que eran.


Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: 'Levántate y vete con tu familia a fijar tu residencia dondequiera que sea, porque el Señor ha llamado al hambre, que penetrará en el país durante siete años'.


Recogían el armuelle junto al matorral, raíces de retama era su pan.


dichoso el hombre que me escucha velando a mis puertas día tras día, vigilando a la entrada de mi casa.


los que dicen: ¿acaso no se han construido en poco tiempo las casas de la ciudad? Ella es la olla, nosotros somos la carne.


Por tanto, esto dice el Señor Dios: Los muertos, los que vosotros habéis arrojado en medio de ella, son la carne y ella es la olla, pero yo os echaré de ella.


'Hijo de hombre, si un país peca contra mí y comete un crimen, yo extenderé mi mano contra él, le quitaré los víveres, mandaré el hambre a aquella tierra y exterminaré en ella hombres y animales.


Después di esta parábola a esa raza de rebeldes. Esto dice el Señor Dios: Arrima la olla, arrímala, y echa agua en ella.


Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos.


Entonces Amós dijo a Amasías: 'Yo no soy profeta ni hijo de profeta; yo soy boyero y descortezador de sicómoros.


Jesús les respondió: 'Dadles vosotros de comer'. Ellos le dijeron: '¿Cómo vamos a comprar nosotros pan suficiente para darles de comer?'.


Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.


A los tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles.


Os aseguro, además, que en tiempo de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en toda la tierra, había muchas viudas en Israel,


La gente fue a ver qué había sucedido y, al llegar, encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio; y se llenaron de miedo.


Por su parte, el hombre de quien habían salido los demonios le pidió que le dejara ir con él; pero Jesús lo despidió diciéndole:


Pero Jesús les dijo: 'Dadles vosotros de comer'. Ellos le dijeron: 'No tenemos más que cinco panes y dos peces. ¡A no ser que vayamos a comprar alimentos para toda esta gente!'.


Jesús les dijo: 'Muchachos, ¿tenéis algo que comer?'. Le contestaron: 'No'.


Al saltar a tierra, vieron unas brasas y un pescado sobre ellas, y pan.


cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.


Pasados unos días, Pablo dijo a Bernabé: 'Volvamos a visitar a los hermanos por todas las ciudades en que anunciamos la palabra del Señor, a ver cómo están'.


Él siguió: 'Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado aquí, en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruido en la fiel observancia de la ley de nuestros padres, partidario entusiasta de la causa de Dios, como todos vosotros los sois en este día;


envió mensajeros para que lo apresasen. Ellos vieron la comunidad de profetas profetizando. Samuel estaba al frente de ellos. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de los mensajeros y se pusieron también ellos a profetizar.


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