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2 Reyes 23:33 - Biblia Martin Nieto

33 Pero el Faraón Necó lo encadenó en Ribla, en el país de Jamat, lo destronó de Jerusalén e impuso al país un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata y treinta y cuatro de oro.

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Biblia Reina Valera 1960

33 Y lo puso preso Faraón Necao en Ribla en la provincia de Hamat, para que no reinase en Jerusalén; e impuso sobre la tierra una multa de cien talentos de plata, y uno de oro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 El faraón Necao metió a Joacaz en la cárcel de Ribla, en la tierra de Hamat, para impedir que gobernara en Jerusalén. También exigió que Judá pagara un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata, y treinta y cuatro kilos de oro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 En Ribla, en el territorio de Jamat, el faraón Necao lo mandó encadenar, poniendo fin a su reinado en Jerusalén; después impuso al país un tributo de cien talentos de plata y diez talentos de oro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Y Faraón Necao lo encarceló en Ribla, en el territorio de Hamat, para que no reinara en Jerusalem, e impuso sobre la tierra un tributo de cien talentos de plata y uno de oro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 El Faraón Necó lo mandó encadenar en Riblá, en el país de Jamat, para que no reinara en Jerusalén, e impuso al país una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro.

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2 Reyes 23:33
18 Tagairtí Cros  

En aquella ocasión Salomón, y con él la inmensa comunidad de Israel venida desde la entrada de Jamat hasta el torrente de Egipto, celebraron la fiesta ante el Señor, Dios nuestro, durante siete días.


Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a Laquis una embajada a decir al rey de Asiria: 'He obrado mal. Retírate de aquí y te pagaré el tributo que me impongas'. Y el rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, unos diez mil kilos de plata y mil de oro.


En su tiempo, el Faraón Necó, rey de Egipto, fue en ayuda del rey de Asiria hacia el río Éufrates. El rey Josías le salió al paso, pero el faraón le dio muerte al primer encuentro en Meguido.


Joaquín entregó la plata y el oro al faraón. Para poder dar al faraón el oro y la plata tuvo que poner un impuesto a todo el país, a cada uno según sus bienes.


Nebuzardán, jefe de la escolta, los condujo ante el rey de Babilonia, en Ribla.


Apresaron al rey, y lo condujeron a Ribla, ante el rey de Babilonia, el cual pronunció contra él la sentencia.


Si unos hombres se pelean y golpean a una mujer encinta haciéndola abortar, pero sin ningún daño especial, el que la ha golpeado será multado con la cantidad que el marido de la mujer pida y decidan los jueces.


Al hombre violento hay que castigarlo, porque si le perdonas le harás más violento.


Sobre Egipto. Contra el ejército del faraón Necó, rey de Egipto, que se encontraba junto al río Éufrates, en Cárquemis, y a quien derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá.


Devastó sus palacios, asoló sus ciudades; país y habitantes estaban espantados al oír su rugido.


Con grillos lo encerraron en jaula, lo llevaron al rey de Babilonia, que lo metió en una fortaleza, para que no se oyera más su rugido por los montes de Israel.


Fueron y exploraron toda la tierra desde el desierto de Sin hasta el Rejob, junto a la entrada de Jamat.


Descenderá de Sefán a Rebla, al este de Ayín, y continuará bajando hasta la ribera oriental del lago de Genesaret.


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