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2 Crónicas 24:25 - Biblia Martin Nieto

25 Al retirarse ellos, Joás quedó en grave estado, sus siervos se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo del sacerdote Yehoyadá, y lo mataron en su cama. Murió, y lo enterraron en la ciudad de David, pero no en el panteón real.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Los arameos se retiraron y dejaron a Joás gravemente herido, pero sus propios oficiales conspiraron para matarlo por haber asesinado al hijo de Joiada, el sacerdote; lo asesinaron mientras estaba en su cama. Luego lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el cementerio de los reyes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Y cuando se alejaron de él, dejándolo gravemente enfermo, sus servidores se conjuraron contra él, por la sangre del hijo del sacerdote Joyadá, y lo asesinaron en su cama. Lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en el sepulcro de los reyes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y cuando se apartaron de él, dejándolo con muchos sufrimientos,° sus propios siervos conspiraron contra él por la sangre de los hijos del sacerdote Joiada, y lo hirieron en su lecho, y murió. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Cuando se alejaron de él, dejándolo gravemente enfermo, sus propios servidores se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo del sacerdote Joadá, y le dieron muerte en su lecho. Murió y lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en las tumbas reales.

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2 Crónicas 24:25
15 Tagairtí Cros  

Basá, hijo de Ajías, de la casa de Isacar, conspiró contra él, y le asesinó junto a Guibetón de los filisteos, mientras Nadab y todo Israel la estaban asediando.


El Señor excitó contra Jorán la hostilidad de los filisteos y de los árabes vecinos de los etíopes,


que se vio obligado a retirarse a Yezrael para curarse de las heridas recibidas en Ramot mientras luchaba contra Jazael, rey de Siria. Ocozías, hijo de Jorán, rey de Judá, fue a visitar a Jorán, hijo de Ajab, en Yezrael, mientras convalecía.


Mandó buscar a Ocozías, que fue alcanzado cuando iba a esconderse a Samaría. Se lo llevaron a Jehú, que lo mandó matar. Le dieron sepultura, pues se dijeron: 'Es hijo de Josafat, que buscó al Señor con todo su corazón'. En la casa de Ocozías no quedó nadie que fuera capaz de reinar.


Fue sepultado en la ciudad de David con los reyes, porque había hecho el bien en Israel, y con Dios y su templo.


Éstos fueron los conjurados: Zabad, hijo de Simat, la amonita; y Yehozabad, hijo de Simrit, la moabita.


Después que Amasías se apartó del Señor, tramaron contra él una conjura en Jerusalén, y huyó a Laquis, donde lo persiguieron y lo mataron.


Cuando se sintió fuerte en el trono, mató a los siervos que habían asesinado a su padre;


Murió y fue sepultado con sus padres en Jerusalén, pero no en el panteón real. Le sucedió su hijo Ezequías.


Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.


Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían.


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