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2 Crónicas 18:34 - Biblia Martin Nieto

34 Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios hasta el atardecer, y murió al ponerse el sol.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 La encarnizada batalla se prolongó todo ese día, y el rey de Israel se mantuvo erguido en su carro frente a los arameos. Por la tarde, justo cuando se ponía el sol, Acab murió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Pero el combate se puso más duro, de modo que tuvieron que sostener al rey en pie en su carro de guerra frente a los arameos hasta la tarde; a la caída del sol, murió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pero la batalla arreció aquel día, por lo cual el rey de Israel fue sostenido en su carro frente a los sirios hasta la tarde, pero murió al° ponerse el sol.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Arreció el combate aquel día, y el rey de Israel se mantuvo erguido en su carro frente a los arameos hasta el atardecer. Pero murió al ponerse el sol.

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2 Crónicas 18:34
8 Tagairtí Cros  

Miqueas contestó: 'He visto a todo Israel disperso por los montes como rebaño sin pastor. El Señor decía: Éstos no tienen dueño; que cada uno vuelva en paz a su casa'.


Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, rey de Israel, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra.


Miqueas respondió: 'si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca'.


Pero un hombre disparó el arco al azar, e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo a su auriga: 'Da la vuelta y sácame del campo, porque estoy herido'.


Josafat, rey de Judá, regresó sano y salvo a su casa, a Jerusalén.


La desventura persigue al delincuente, la felicidad acompaña al justo.


Un hombre perseguido por homicidio, hasta la tumba huirá; no se le socorre.


Pero si no obráis así, pecaréis contra el Señor, y sabed que vuestro pecado pesará sobre vosotros.


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