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1 Tesalonicenses 5:12 - Biblia Martin Nieto

12 Hermanos, os pedimos que tengáis consideración con los que trabajan entre vosotros y en el nombre del Señor os dirigen y amonestan.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Amados hermanos, honren a sus líderes en la obra del Señor. Ellos trabajan arduamente entre ustedes y les dan orientación espiritual.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Hermanos, les rogamos que se muestren agradecidos con los que trabajan para ustedes, los dirigen en el Señor y los corrigen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y os instamos, hermanos, a que respetéis° a los que trabajan entre vosotros, y tienen cuidado de vosotros en el Señor, y os amonestan;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis el esfuerzo de quienes trabajan entre vosotros, están al frente de vosotros en el Señor y os reprenden.

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1 Tesalonicenses 5:12
42 Tagairtí Cros  

Quedaos en esa casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa.


Yo os he enviado a segar lo que no habéis trabajado. Otros han trabajado, y vosotros os habéis beneficiado de su trabajo'.


Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre.


En todo os he mostrado que se debe trabajar así para socorrer a los necesitados, recordando las palabras de Jesús, el Señor: 'Hay más felicidad en dar que en recibir''.


Saludad a Trifena y a Trifosa, que trabajan en la obra del Señor. Saludad a la querida Pérsida, que tanto ha trabajado en la obra del Señor.


Saludad a María, que tanto ha trabajado entre nosotros.


Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí; pues he trabajado más que los demás; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


Sed deferentes con ellos y con cuantos como ellos trabajan y se afanan en esta obra.


tranquilizándome a mí, como ahora lo harán a vosotros. A personas así debéis estar reconocidos.


Nosotros somos colaboradores de Dios; vosotros, labrantío de Dios, edificio de Dios.


¿Son ministros de Cristo? Voy a decir una locura: yo mucho más que ellos. Más en trabajos, más en prisiones; en palizas, inmensamente más; en peligros de muerte, muchas veces.


Por eso, en el cuerpo o fuera del cuerpo, nos esforzamos por agradar al Señor,


Siendo, pues, colaboradores, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.


Mucho me temo que todo lo que he trabajado entre vosotros haya sido inútil.


manteniendo firme la palabra de vida, de modo que pueda presumir en el día de Cristo de no haber corrido ni trabajado inútilmente.


Confiado en Jesús, el Señor, espero enviaros pronto a Timoteo, a fin de que también yo me sienta reconfortado al tener noticias de vosotros.


con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí.


Hermanos, recordad nuestros trabajos y fatigas; cómo trabajábamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el evangelio de Dios.


En fin, hermanos, os pedimos y os exhortamos en el nombre de Jesús, el Señor, a que os portéis de la manera que os enseñamos para agradar a Dios; ya lo hacíais, pero hacedlo todavía mejor.


Hermanos, os pedimos también que corrijáis a los indisciplinados, que animéis a los cobardes, que sostengáis a los débiles y que seáis pacientes con todos.


No reprendas con dureza al anciano, sino más bien exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos;


Reprende públicamente a los que no cumplen con su obligación, para que sirva de escarmiento a los demás.


Si el labrador quiere recoger la cosecha, antes tiene que trabajar el campo.


y ahora, a su debido tiempo, ha manifestado su palabra mediante la predicación que me ha sido confiada por disposición de Dios, nuestro Salvador:


Te dejé en Creta con el fin de que pusieses en toda regla lo que faltaba que ordenar y constituyeses presbíteros por las ciudades, conforme a las instrucciones que te he dado:


Esto es lo que tienes que enseñar, predicar y defender con toda autoridad. Que nadie te haga de menos.


Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada.


Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe.


Éste es el secreto de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, y los siete candelabros son las siete Iglesias'.


Escribe al ángel de la Iglesia de Pérgamo: Esto dice el que tiene la espada aguda de dos filos.


Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego.


que eres constante y que has sufrido por mi nombre sin desfallecer.


Escribe al ángel de la Iglesia de Esmirna: Esto es lo que dice el primero y el último, el que murió y ha vuelto a la vida.


Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Esto es lo que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tus obras: tú pasas por vivo, pero estás muerto.


Escribe al ángel de la Iglesia de Laodicea: Esto es lo que dice el amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios.


Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Esto es lo que dice el santo, el veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cerrará, el que cierra y nadie abrirá:


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