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1 Tesalonicenses 4:6 - Biblia Martin Nieto

6 Que en este punto nadie abuse ni engañe a su hermano, pues el Señor tomará venganza de todo esto, como ya os lo dejamos dicho y recalcado.

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Biblia Reina Valera 1960

6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Nunca hagan daño ni engañen a otro creyente en este asunto, teniendo relaciones sexuales con su esposa, porque el Señor toma venganza de todos esos pecados, como ya les hemos advertido solemnemente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Que nadie ofenda a su hermano o hermana en esta materia o se aproveche de él. El Señor pedirá cuentas de todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y declarado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 que nadie peque ni agravie a su hermano en este asunto, porque como ya os hemos advertido y testificado solemnemente: el Señor es vengador de todo esto;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 y que nadie, en este asunto, ofenda o engañe a su hermano. Porque el vengador de todo esto es el Señor, como ya os lo dijimos de antemano y os lo atestiguamos.

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1 Tesalonicenses 4:6
50 Tagairtí Cros  

que no quede un calumniador en el país y la desgracia lleve al violento a la ruina.


Oh Señor, Dios justiciero, manifiéstate, Dios justiciero.


No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca'.


El Señor reprueba la balanza falsa, pero el peso justo le agrada.


La balanza y los platillos justos son del Señor, y obra suya son todas las pesas de la bolsa.


'¡Malo, malo!', dice el comprador, pero cuando ha comprado se felicita.


El Señor aborrece el doble peso, y balanza falsa no es buena.


El que roba a su padre o a su madre diciendo: 'No es pecado', ése es compañero de bandidos.


El interés del país está antes que todo; y el rey debe estar al servicio del campo.


Sí, la viña del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.


si no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda; si no derramáis sangre inocente en este lugar; si no vais, para daño vuestro, en pos de dioses extraños,


Uno a otro se engañan, no se dicen la verdad, han acostumbrado su lengua a la mentira. Están pervertidos, son incapaces de cambiar.


Mira, yo bato mis palmas por tus actos de pillaje y por la sangre que corre en medio de ti.


No robaréis, no mentiréis ni os engañaréis unos a otros.


No oprimas ni explotes a tu prójimo; no retengas el salario del jornalero hasta la mañana siguiente.


Cuando vendáis o compréis alguna cosa a vuestro prójimo, nadie engañe a su hermano.


Nadie engañe a su prójimo. Temed a vuestro Dios: yo, el Señor, vuestro Dios.


Codician campos y los roban, casas y se apoderan de ellas; hacen violencia al hombre y a su casa, al dueño y a su propiedad.


¡Ay de la rebelde y contaminada, la ciudad opresora!


El Señor es justo en medio de ella, no hace nada injusto; cada mañana dicta su sentencia, nunca falta al alba; pero el malvado no conoce la vergüenza.


Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.


Ya conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre'.


Os diré a quién debéis de temer: Temed al que después de haberos matado puede echaros en el fuego. Sí, temed a éste.


pues tengo cinco hermanos, para que les diga la verdad y no vengan también ellos a este lugar de tormentos.


La ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda la impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con la injusticia;


Queridos míos, no os toméis la justicia por vuestra mano; dejad que sea Dios el que castigue, como dice la Escritura: Yo haré justicia, yo daré a cada cual su merecido.


pues la autoridad está al servicio de Dios para ayudarte a portarte bien. Pero si te portas mal, échate a temblar, porque no en vano la autoridad lleva la espada y está al servicio de Dios para castigar al delincuente.


Considerad lo que esa tristeza querida por Dios ha producido en vosotros: qué solicitud, qué disculpas, qué indignación, qué temor, qué deseos, qué emulación, qué escarmiento. Demostrasteis ser totalmente inocentes en este asunto.


envidias, homicidios, borracheras, comilonas y cosas semejantes a éstas. Os advierto, como ya antes os advertí, que los que se entregan a estas cosas no heredarán el reino de Dios.


Os digo y os pido en nombre del Señor que no viváis como viven los paganos, con sus vanos pensamientos


El que robaba, que ya no robe más y que se ponga a trabajar honradamente con sus propias manos para tener con qué ayudar a los necesitados.


Que nadie os engañe con vanas palabras, pues por estas cosas vendrá la ira de Dios sobre los rebeldes.


Si se descubre que alguien ha secuestrado a un hermano suyo israelita para emplearlo como esclavo o para venderlo, el secuestrador será condenado a muerte. Así extirparás la maldad de en medio de ti.


para el día de la venganza y el desquite, / para el tiempo en que sus pies tropezarán. / Está cerca el día de su ruina, / se precipita su destino.


Bien sabéis que hemos sido para cada uno de vosotros como un padre para sus hijos;


entre llamas de fuego, para tomar venganza de los que no conocen a Dios y no obedecen al evangelio de Jesús, nuestro Señor.


Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros.


Alguien afirmó en cierto lugar: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; el ser humano, para que de él te preocupes?


Pero vosotros despreciáis al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y los que os arrastran a los tribunales?


El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.


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